La condena al ex alcalde panista del municipio de Chínipas, Chihuahua, Hugo Amed Schultz Alcaraz, por su involucramiento en el asesinato de la reportera de La Jornada, Miroslava Breach Velducea, fue recibida con beneplácito por el Comité de Protección a Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) en un comunicado en que afirmó que las sentencias relacionadas con dicho asesinato, y el de Javier Valdez Cárdenas, son “un poco de buenas noticias en un país en que la mayoría de los crímenes mortales contra periodistas quedan impunes”, señaló Jan-Albert Hoosten, representante en México del organismo.
Amed Shultz fue vinculado a proceso penal como auxiliar a los autores intelectuales y materiales en el asesinato de la corresponsal de La Jornada en Ciudad Juárez, y aceptó su responsabilidad en el crimen en un procedimiento abreviado el pasado martes.
En diciembre pasado, el ex alcalde panista fue vinculado a proceso penal como auxiliar de los autores intelectual y materiales del homicidio de la corresponsal de La Jornada, Miroslava Breach Velducea, aceptó su responsabilidad en el crimen en un procedimiento abreviado, este martes. Amed Schultz fue condenado a ocho años de prisión por el crimen, cometido en 2017.
“El veredicto es un indicio de que la Fiscalía Especial para Crímenes Cometidos contra la Libertad de Expresión está puede lograr resultados importantes en la lucha contra la impunidad en el asesinato a peridistas. Las autoridades deben hacer todo lo que esté a su alcance para arrestar y condenar a quienes estén vinculados con el asesinato de Breach”.
Schultz es el segundo sospechoso sentenciado en el asesinato de Breach; en agosto de 2020 Juan Carlos Moreno Ochoa fue condenado a 50 años de prisión. Por su parte, AmedSchultz fue arrestado el 18 de diciembre pasado después de que la Fiscalía obtuvo evidencia de que él dio información sobre la reportera a la pandilla criminal que presuntamente planeó y ejecutó el homicidio.
Breach fue asesinada el 23 de marzo de 2017 frente a su domicilio. Según un testigo que declaró en el juicio a Moreno Ochoa, el asesinato fue ordenado por José Crispín Salazar, presunto líder del cartel chihuahense de Los Salazar, en venganza por los reportajes de Breach sobre la complicidad entre la banda criminal y los políticos locales. Salazar continúa prófugo.