Atenas. Miles de griegos se manifestaron por segunda vez en una semana en contra de un controvertido proyecto de ley laboral que aprobó el Parlamento este miércoles por la noche.
Un total de 158 diputados del partido gobernante Nueva Democracia (derecha) de los 300 del legislativo votaron a favor.
Los transportes públicos de Atenas y las conexiones marítimas con las islas griegas, así como numerosos servicios públicos pararon o cerraron este miércoles para protestar contra esta ley que prevé flexibilizar la jornada laboral y limitar el derecho a huelga.
Además, más de siete mil personas se manifestaron en la capital por la mañana, según la policía, y otras nueve mil ante el Parlamento durante la noche.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, defiende que esta reforma es "profundamente favorable al crecimiento" y se alinea con las normas europeas en un país donde, según él, uno de cada cuatro trabajadores no está completamente declarado actualmente.
La nueva ley permite la flexibilidad horaria, autorizando las jornadas de diez horas, establece normas para el teletrabajo, mejora la prevención contra el acoso sexual o las condiciones de las bajas parentales.
Al mismo tiempo impone un servicio mínimo en las huelgas en el sector público y responsabiliza penalmente a los sindicatos, con posibilidad de multas, de su incumplimiento.
El secretario general del partido comunista Dimitris Koutsoumbas aseguró que la reforma legaliza una especie de "jungla" en el trabajo donde los empleados estarán "totalmente sin defensa".
La semana pasada, 16 mil personas participaron en diferentes concentraciones organizadas en Atenas por sindicatos y partidos de oposición contrarios a esta reforma.