Ciudad de México. Gracias a la lucha incansable de las familias y sus defensores se ha demostrado que la llamada “verdad histórica” del caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos “no tiene base científica y es contraria a los estándares internacionales de derechos humanos”, declaró el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Guillermo Fernández-Maldonado.
En un comunicado, expuso que las familias de Ayotzinapa “han logrado mostrar que en México es posible la identificación de restos con dignidad, con la participación de familiares y defensores, de forma transparente y con sustento científico. Esto representa una esperanza para las más de 80 mil personas que han desaparecido” en el país.
Después de que el gobierno federal entregara a los padres de los 43 normalistas el análisis de la Universidad de Innsbruck donde se confirmó que unos de los restos encontrados en la barranca La Carnicería corresponden al estudiante Jhosivani Guerrero de la Cruz, la ONU-DH manifestó su “profunda solidaridad en este momento doloroso con las familias”, así como con las organizaciones de derechos humanos que les han acompañado en su proceso de verdad y justicia desde 2014.
“Reconocemos y hemos acompañado los esfuerzos del gobierno federal para que se conozca la verdad de lo ocurrido en Ayotzinapa, liderados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, así como de la Fiscalía General de la República a través del Fiscal Especial para el caso, Omar Gómez”, expuso.
Su trabajo y compromiso -continuó- “acercan a las familias de Ayotzinapa a su derecho a la verdad. Será fundamental que esta voluntad se mantenga para continuar con una investigación alineada a los estándares internacionales de derechos humanos y hasta esclarecer el caso en su totalidad”.
Asimismo, la ONU-DH reconoció el importante rol que han jugado las organizaciones acompañantes como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Fundar y SERAPAZ; el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) con su asesoría técnica y el Equipo Argentino de Antropología Forense . “El trabajo de éstas y otras organizaciones es fiel testimonio de los valiosos aportes que desde distintos ámbitos de la sociedad civil se pueden hacer a la verdad y la justicia frente a graves violaciones a los derechos humanos”, concluyó.