Al conmemorar hoy el natalicio de Marisela Escobedo, asesinada hace 10 años frente al palacio de gobierno de Chihuahua, la abogada feminista Gabriela Amores destacó que muchas madres que buscan justicia por sus hijas, siguen viviendo situaciones de este tipo.
En el conversatorio Reflexiones en torno al feminicidio en México, organizado por el Museo de la Mujer, recordó que el 16 de diciembre de 2010 Marisela Escobedo fue asesinada cuando se encontraba “recogiendo las pancartas que exhibían la impunidad frente al caso de su hija Rubí Marisol”, llevaba más de una semana protestando y durmiendo afuera de palacio de Gobierno.
“Al momento de estar levantando todo, un hombre bajó de un vehículo y la encañonó. A pesar de tratar de escapar, el individuo la persiguió, cruzó la calle y disparó contra ella, terminando con la vida de una madre que solamente pedía justicia por su hija desaparecida y asesinada”, mencionó.
También recordó que Rubí fue asesinada en 2008 por Sergio Barraza, quien era su pareja sentimental. En junio de ese año el agresor confeso el homicidio, indicó el lugar donde había enterrado a la joven de 16 años; sin embargo, fue liberado meses después.
En la exposición, donde se presentó un video sobre una audiencia en la que participó Marisela y el feminicida de su hija, Amores destacó que una de las reflexiones sobre este caso lleva a que el sistema de justicia “no está hecho para las víctimas”. Es garante para el imputado “no para las partes”, dijo.
Indicó que en 1993 se desató una ola de feminicidios en Ciudad Juárez, y a partir de ese año y hasta 2012 “se asesinaron a más de 700 mujeres por cuestiones de género”. Estos hechos, mencionó, “causaron polémica por la brutalidad y violencia sexual”.