Buenos Aires. En un día histórico para los organismos de derechos humanos, el Tribunal Oral Federal 4 de San Martín condenó a prisión perpetua a cinco de los seis acusados en el juicio de la causa Contraofensiva Montonera por crímenes de lesa humanidad cometidos contra militantes de esa organización que participaron en la resistencia contra a pasada dictadura militar (1976-1983); y que mediante un plan sistemático de exterminio, en un acto de terrorismo de Estado, dejó unos 30 mil desaparecidos, miles de asesinados y exiliados.
Los cinco integrantes del batallón 601 del ejército Eduardo Eleuterio Ascheri, Marcelo Cinto Courtaux, Jorge Bano, Luis Firpo y Roberto Dambrosi fueron condenados “a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta y perpetua, con accesorias legales, por hallarlos coautores penalmente responsable de los delitos, de homicidio con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas”.
Los co acusados tenían entonces altos cargos en las estructuras del batallón 601, fundamental en las operaciones más cruentas de la dictadura, ya que eran jefes de distintas divisiones que actuaban dentro de los Planes del Departamento de Inteligencia (G2) del Comando de Institutos Militares. Quedó suspendida ayer la condena a Jorge Norberto Apa, uno hombre clave de la división “Subversiva Terrorista” por un pedido de su abogado de exclusión del juicio argumentando “no comprender los hechos en medio de un proceso demencial”, que deberá ser certificado por forenses.
“Este juicio que acaba de terminar es histórico por varios motivos: consiguió torcer el rumbo estigmatizante que acompañó a las víctimas durante estas décadas. Reivindicó el derecho de los pueblos a la resistencia en tiempos de opresión, y además se permitió que se transmitieran en vivo las audiencias, en etapa de testimoniales, lo que posibilitó que otros tribunales tomaran la misma decisión” señalaron investigadores del caso.
La resolución en esta causa tendrá impacto en otros juicio como los que se realizan aquí y en Italia, ya que varios entre las casi 100 víctimas tenían también nacionalidad italiana. “El jueves 10 de junio pasará a la historia porque también se entierra una vez más la nefasta ‘teoría de los dos demonios’ que la derecha (y algunos incautos que se tragaron y tragan ese discurso) intentó equilibrar al terrorismo de Estado con quienes se opusieron por todas las vías posibles al mismo” analizó la revista Resumen Latinoamericano.
Familiares de las víctimas de los desaparecidos y asesinados, así como sobrevivientes y representantes de los organismos de Derechos Humanos que seguían el juicio en forma virtual gracias al medio autorizado La Retaguardia, alzaron sus puños entre sonrisas y llantos cuando escucharon la resolución judicial después de haber luchado para lograr que se hiciera justicia. Los testimonios que se escucharon fueron, como siempre, desgarradores; exponiendo una vez más aquellos trágicos momentos vividos, bajos las dictaduras en todo el Cono Sur y que también alcanza a las víctimas de la Operación Cóndor , la coordinadora criminal de esas dictaduras.
Vuelos de la muerte
En otro caso de testimonio conocido en los últimos días Juan Neme, un sobreviviente de varios centros clandestinos de detención, delcaró desde España, donde se asiló. Él dijo que vio cómo un helicóptero arrojaba personas al Río de La Plata. Lo denunció ante un organismo internacional en Londres, pero creyeron que estaba “loco”. Ahora pudo relatar esta historia que fue reproducida en parte por el diario argentino Página 12.
“Esa imagen jamás se va a ir de mi vida. Escuchaba a los compañeros como gritaban porque sabían que se iban a la muerte, pies y manos atados, cuerda en el cuello, directamente los ahogaban”, dijo Neme que en un momento de su testimonio aclaró que “las torturas que le aplicaron me borraron parte de la memoria”. Contó que estuvo detenido 47 días después de ser secuestrado y llevado a centros de detención clandestinos diseminados en la provincia de Buenos Aires, y también a bordo de un barco donde fue testigo de vuelos de la muerte.
Neme estuvo entre las primeras víctimas ya que fue secuestrado en su casa siendo militante de la Juventud Peronista el 26 de marzo, dos días después del golpe militar de marzo de 1976. El famoso barco al que fue el buque patrullero ARA Murature perteneciente a la Armada, que como relató fue “la base” de su detención durante aquellos días en que fue torturado.
Su relato coincidió con el de otro sobreviviente Raúl Alberto Marciano – quien aseguró también haber estado en un “centro clandestino ubicado en un barco cerca del puerto de Zárate” que era “un infierno”. Entre las terribles torturas que sufrió y lo que le sucedía a sus compañeros, afirmó que “lo más difícil fue la tortura psicológica. Ahí (en el barco) vi por primera vez que en helicópteros traían compañeros y los tiraban con una cuerda atada al cuello y un peso en la punta (en su otro extremo). La cuerda tenía un metro, metro y medio. Los tiraban al río”.
La reanudación de los juicios estos días, atrasados durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri y mientras se espera que la Corte Suprema de Justicia se dé “tiempo” para resolver algunos casos que están esperando desde hace tiempo, una resolución ha renovado la la esperanza de los familiares y sobrevivientes en que pueda decirse finalmente “Nunca Más”.