Viena. La pandemia de Covid-19 tuvo un efecto "sin precedentes" y "profundo" en los derechos, alimentando el racismo y causando "sufrimiento en muchos niños", afirma un informe publicado este jueves por la Agencia de los Derechos Fundamentales (FRA) de la Unión Europea.
La situación "ha exacerbado los desafíos y desigualdades existentes en todos los ámbitos, afectando en particular a los grupos vulnerables", indica el capítulo sobre el Covid del informe 2021 sobre los derechos fundamentales.
Muchos de los 27 Estados miembros de la UE decretaron estados de emergencia "otorgando a los gobiernos poderes extraordinarios de toma de decisiones" que limitaron "los derechos humanos en su conjunto", sostiene el informe de la Agencia de los Derechos Fundamentales (FRA, por sus siglas en inglés), con sede en Viena.
Entre las categorías de primera línea destacan los ancianos, los niños, los gitanos, los refugiados, los migrantes o los discapacitados.
Las mujeres también se han visto "afectadas de forma desproporcionada", ya sea en el empleo, la conciliación o su salud debido a su alta representación en los sectores denominados "esenciales".
"La pandemia ha avivado la discriminación, los delitos de odio y la incitación al odio contra las minorías, especialmente contra las personas de origen migrante y la población gitana", subraya el informe.
Lo niños "sufrieron durante la pandemia, especialmente quienes viven en entornos económica o socialmente desfavorecidos. La educación a distancia resultó complicada sin acceso a internet ni ordenadores".
En Rumania, por ejemplo, donde las escuelas estuvieron cerradas durante una gran parte del año, el 25 por ciento de ellas no tenía acceso a cursos en línea, según la ONG Save the Children, citada en el informe.
"El abuso infantil también ha aumentado durante el confinamiento y la cuarentena", al igual que el número de casos de abuso sexual en línea, agrega el informe con base en datos de la agencia policial Europol.
En términos más generales, la violencia doméstica aumentó durante el período.
En la República Checa y Alemania, por ejemplo, el número de llamadas a las líneas de asistencia aumentó en 50 por ciento y 20, respectivamente, entre marzo y junio de 2020.
"El Covid-19 puso a prueba la firmeza de los sistemas de protección de los derechos fundamentales en toda la UE", afirmó Michael O'Flaherty, director de FRA, en un comunicado.
"Los gobiernos deben establecer estructuras sostenibles para luchar contra las desigualdades, el racismo y la exclusión", agregó.