Washington. La compañía cárnica JBS USA, filial de la firma brasileña JBS, confirmó este miércoles en un comunicado que pagó el equivalente a 11 millones de dólares en rescate por un hackeo contra sus operaciones.
El mayor productor de carne del mundo canceló turnos en sus plantas cárnicas de Estados Unidos, Canadá y Australia la semana pasada, después de decir que se vio afectado por un ciberataque el 30 de mayo, que amenazó con interrumpir las cadenas de suministro de alimentos e inflar los precios.
“Fue muy doloroso pagar a los delincuentes, pero hicimos lo correcto por nuestros clientes”, dijo Andre Nogueira, director ejecutivo de la filial estadunidense del grupo al Wall Street Journal.
JBS, una multinacional con sede en Brasil especializada en productos a base de carne vacuna, pollo y cerdo, es una de las mayores empresas agroalimentarias del mundo, con operaciones en Estados Unidos, Australia, Canadá, Europa, México, Nueva Zelanda y Reino Unido.
El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) atribuyó el ciberataque a REvil, un grupo de hackers que opera en Rusia y que ha llevado a cabo algunas de las extorsiones con ransomware más grandes de las que se tenga registro en los últimos meses.
El hackeo contra JBS se produjo a menos de un mes de otro gran ciberataque con pedido de rescate cerró temporalmente la red de Colonial Pipeline, el operador de oleoductos más grande en Estados Unidos, que suministra alrededor de 45 por ciento del combustible consumido en la costa este de ese país.
Los incidentes de JBS y Colonial Pipeline ocurren tras el ciberataque a la compañía de software SolarWinds en 2020, atribuida a un grupo respaldado por el Estado ruso.
La semana pasada, Microsoft advirtió que el grupo detrás del ciberataque a SolarWinds había resurgido con una serie de ataques a agencias gubernamentales, centros de expertos, consultoras y otras organizaciones.