Ciudad de México. Ayer 24 mil 406, de las 261 mil escuelas de todos los niveles educativos que hay en el país, reabrieron sus puertas después de permanecer cerradas por más de 14 meses debido a la pandemia de Covid-19.
GALERÍA: Regreso a clases presenciales en la CDMX
Acudieron a las aulas, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), 1.6 millones de alumnos de 15 estados, incluidos 80 mil de la capital del país, donde alumnos y maestros mostraron su alegría por el recuentro, pero reconocieron que existe el temor al riesgo de un contagio.
En un recorrido por diversas alcaldías realizado por La Jornada, se constató que fue mínimo el número de centros escolares abiertos. Sólo en escuelas privadas se observó la reapertura de un mayor número de planteles.
En tanto, en 12 entidades (Baja California Sur, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán) se confirma que no habrá regreso a clases en el ciclo escolar 2021-2022, mientras que en Campeche las escuelas permanecen cerradas por seguir en semáforo amarillo.
En Coahuila, Colima, Nayarit y Zacatecas se determinó operan únicamente con Centros Comunitarios de Aprendizaje, donde se brinda asesorías pedagógicas y socioemocionales a los alumnos, en los que se prevé atender a 16 mil 856 estudiantes de educación básica.
Cifras oficiales señalan que este 7 de junio se reincorporaron a sus actividades presenciales en modalidad mixta o escalonada, 259 mil 722 maestros, directivos y trabajadores de apoyo de Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Jalisco, estado de México, Morelos, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz.
De los planteles que reabrieron, la SEP detalló que 21 mil 187 son de preescolar, primaria y secundaria; 2 mil 609 de bachillerato y 610 de educación superior.
En la Ciudad de México, donde se informó que reabrieron mil 103 (13.9 por ciento) de las 7 mil 905 escuelas de educación básica, se informó que 716 son colegios particulares y 387 públicos.
Entre ellos la escuela primaria “Ignacio Zaragoza” en la alcaldía de Iztacalco, a donde se presentaron 140 de los 464 alumnos inscritos, menos de un tercio de su población escolar.
Los menores, que acudieron acompañados de sus padres o abuelos, portando cubrebocas y careta, incluso, algunos con guantes de latex, manifestaron su alegría por volver a la escuela, y varios, por conocerla, pues para los alumnos de primer grado fue el día inicial en su plantel, pese a que falta un mes para el cierre del ciclo escolar, este 9 de julio.
“Me la imaginaba más grande y llena de juguetes”, afirma Luis, quien sigue las instrucciones de su maestra a la que ayer conoció en persona. Raúl e Iris Yamilet, alumnos de tercer grado, regresaron a su patio escolar, donde volvieron a ver caras conocidas de amigos y maestros, pero en medio de la sana distancia.
Fue un reencuentro distinto, sin abrazos, como el de una alumna que corrió a saludar a su maestra a la que no vio en más de un año, quien le pide, llevándose las manos al corazón, dar un abrazo de etiqueta, la de la nueva normalidad.
A la profesora María de los Ángeles, la emociona conocer a sus alumnos de primer año de primaria. Reconoce que regresa “con un poco de temor (por los contagios), pero con muchas ganas de trabajar, ya es necesario para los niños convivir, no se han visto”. Lo primero que hará, dice, será darles la bienvenida, aunque entre lagrimas, asegura: “será difícil no abrazarlos”.
Para las directoras Nancy Guillén, de la primaria “Ignacio Zaragoza”, y Maurina Medina, de la primaria “Felipe Carrillo Puerto”, el regreso a clases vale la pena “por el reencuentro, no sólo de los niños, también de nosotros. Volvemos entusiasmados, felicidades, pero también con mucha responsabilidad, porque cada familia nos confía lo más preciado que tienen: sus niños”.
Jacquelin, madre de Meztli Natalie, afirmó que “la traje porque ya estaba aburrida de tanto en cierro. Yo no estaba de acuerdo, pero cuando supo que podía volver a la escuela, me dijo que quería regresar. Venimos, eso sí, con muchos nervios, sí es mucha la preocupación.
“Algunos padres no contamos con un seguro ni nos han puesto la vacuna, además la economía no está al cien, y para hacer gastos médicos sí es un poco difícil, pero ahora sí que venimos con la mano de Dios, para que se supere y salga adelante”, afirma, mientras su hija ingresa a una escuela que cerró por una pandemia que, aseguran las autoridades sanitarias, aún está lejos de terminar.