Ciudad de México. El gobierno mexicano intenta convencer al de Estados Unidos de que “lo sensato” para enfrentar el fenómeno migratorio en la región es apostar por atender las causas que lo originan. De ahí que la visita de la vicepresidenta Kamala Harris a Guatemala y a México sea nuestra del interés de aquel país de colaborar en ese sentido, aseveró el canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
Enfatizó que en el pasado, el tema no se enfocaba hacia esa ruta, sino que el objetivo del gobierno de Estados Unidos era combatir y detener los flujos migratorios.
“Que tengamos (aquí) a la vicepresidenta para atender, escuchar y, en su momento, proponer acciones que permitan atender las causas que generan la migración forzada no ocurría hace muchos años, no estaba en la mesa, no era un tema. El tema era cómo reducir la migración”.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores dio una conferencia de prensa luego de acompañar a Harris a abordar la aeronave que la conduciría de regreso a Washington, tras su visita oficial a nuestro país. Estuvo acompañado por los embajadores en ambos países, Esteban Moctezuma (México) y John Creamer (Estados Unidos), así como por el director para América del Norte de la cancillería, Roberto Velasco.
En el hangar de la Fuerza Aérea Mexicana, del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Ebrard destacó los puntos de coincidencia entre las administraciones de Joe Biden y de Andrés Manuel López Obrador.
Resaltó que la posición del mandatario mexicano en torno a brindar oportunidades a la gente que se ve obligada a migrar a causa de la pobreza y la inseguridad fue escuchada por la vicepresidenta.
“Este viaje en buena medida tiene que ver con eso. Tenemos mucha información que demuestra que (atender las causas de la migración) es lo más sensato, que esas personas no correrían esos riesgos si tuvieran otra alternativa. Vamos a compartir esa información, los queremos convencer de que se puede hacer eso y que sea una acción a gran escala en Guatemala, Honduras, El Salvador y el sur de México”.
Y es que, subrayó, ante la pobreza y la inseguridad, sobre todo la primera, los migrantes no correrían enormes riesgos para cruzar grandes extensiones de territorios para llegar hasta Estados Unidos, e incluso, también en ese país enfrentan riesgos. “¿Por qué lo hacen? no les dejan de otra”.
Indicó que México ya opera en El Salvador y Honduras, y pronto lo hará en Guatemala, como una medida para atender esas causas dos de los programas sociales emblema de la administración de López Obrador: Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro. Y la meta es, dijo, alcanzar a 60 mil beneficiarios de estos proyectos en las naciones del Triángulo Norte de Centroamérica.
El canciller dijo que tras esta visita, la Casa Blanca tomará nota y prepararán sus propuestas y planes en miras del mismo objetivo, los cuales anunciarán en su oportunidad.
En lo referente a la inversión anunciada por Harris de 130 millones de dólares para implementar la reforma laboral impulsada por el gobierno de López Obrador, Ebrard aseveró que esa suma será administrada y operada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Aseveró que ambas administraciones coinciden en la necesidad de que se garanticen los derechos de los trabajadores, por lo que están a favor de la autonomía sindical y la no simulación de las dirigencias de los gremios.
“Hay coincidencia de que a mayor desarrollo y respeto a los derechos laborales, que cese la simulación en los sindicatos y que también en Estados Unidos se garanticen los derechos de las personas que están en condición vulnerable, véase todos los migrantes que no son regulares y están en condiciones muy difíciles. Que esto cambie”.
Remarcó que esto representa un cambio cualitativo, pues en la década de los 90, Estados Unidos se resistía a que el tema de los derechos laborales se pusiera sobre la mesa de negociaciones bilaterales.
Otro punto en el que coincidieron Harris y López Obrador, dijo el canciller, es en la necesidad de combatir el combate al tráfico de drogas y estupefacientes, evitar que el consumo crezca y, también, luchar contra la producción del fentanilo.