Ciudad de México. Casi 6 de cada 10 empresas que operan en México y Estados Unidos consideran a las reformas energética, fiscal y laboral, impulsadas por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador como un riesgo para las propias firmas, señaló un estudio realizado por la American Chamber México (Amcham).
Durante la presentación de un sondeo hecho a corporativos presentes en ambos países, Mauricio Hurtado, socio director de PwC, comentó que “la gente está muy preocupada, la comunidad de negocios en general, sobre la reformas estructurales.”
Sin embargo, consideró que más importante “estar muy pendientes en la manera en que podemos como sociedad, como comunidad de negocios, influir positivamente a que se logren los objetivos de crecimiento de todo el país, de toda la economía y de toda la gente porque final del día eso significa crecimiento para las personas y población en general.”
De acuerdo con el sondeo las empresas creen que la función fiscal de las organizaciones tendrá un rol más relevante para gestionar posibles riesgos de un cambio tributario, pues el presidente estadunidense Joe Biden busca aumentar la tasa impositiva corporativa a 28 por ciento, imponer un impuesto de 15 por ciento a los ingresos contables de las empresas y duplicar el impuesto mínimo actual sobre las ganancias obtenidas por las filiales extranjeras de empresas estadunidenses, pasando del 10.5 al 21 por ciento.
Mientras que por el lado mexicano, se espera que después de los comicios federales que se celebraron el domingo pasado el Ejecutivo Federal presente una reforma fiscal al Congreso de la Unión.
Ante los posibles cambios en Estados Unidos, una tercera parte de las empresas no ha tomado medidas, mientras que 15 por ciento participa activamente en la planificación fiscal para aumentar el valor de su empresa y gestionar el riesgo.
Energías eficientes
Por otra parte, Ana López Mestre, directora general de Amcham, destacó que como cámara no puede dejar de atender el tema de integración en América del Norte, pues es factor clave para alcanzar la competitividad. “Lo que debiéramos estar pensando es justo en energías que sean más eficientes menos cosas para la industria y para los consumidores y con un mucho menor impacto ambiental”, dijo.
Para que cualquier economía crezca debe tener acceso seguro y competitivo a fuentes de energía.
Señaló que Hurtado consideró que los riesgos de inversión en el sector energético, de otros si pueden separarse, pero no al 100 por ciento.
Comentó que el impacto de un posible aumento en la energía llegaría hasta otros sectores como los que producen bienes para exportación.
El 43 por ciento de las empresas encuestadas se dijo pesimista sobre la coordinación entre los gobiernos de Estados Unidos y México para responder a los desafíos de la pandemia del covid-19.
Cuatro de cada 10 firmas perciben pesimista la recuperación económica de México, mientras que casi la mayoría de las encuestas mantienen un optimismo sobre la recuperación en Estados Unidos.
Entre otros riesgos, casi 8 de cada 10 compañías respondieron que perciben indiferencia sobre el panorama fiscal y regulatorio en México en los próximos 12 meses.
Al menos 40 por ciento de las firmas ven riesgos para los siguientes meses en las políticas que promueven el nearshoring, es decir, la relocalización de plantas para reestructurar las cadenas de suministro en Estados Unidos, luego de la falta de insumos observada por la pandemia del covid-19.