Alrededor del 91 por ciento del territorio de los pueblos y comunidades indígenas se encuentra en buenas o moderadas condiciones ecológicas, lo que resalta la importancia de reconocer y respetar los derechos, los enfoques de gobernanza y sus esfuerzos de conservación. Los objetivos mundiales de diversidad biológica serán inalcanzables sin la plena inclusión de las comunidades indígenas.
Esto señala el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones en el estudio El Estado de las tierras y territorios de los Pueblos Indígenas y las Comunidades Locales, primer análisis espacial integral que muestra la extensión de las tierras de los pueblos indígenas y las comunidades locales a nivel mundial, su estado ecológico actual, el valor de su biodiversidad y sus servicios ecosistémicos, así como las presiones que enfrentan.
El reporte considera que la conectividad de los ecosistemas tiene relación directa con la de los pueblos indígenas, por lo que el deterioro y fraccionamiento de ellos resulta en la pérdida de cohesión territorial indígena.
Refiere que a medida que los países miran hacia adelante para negociar un nuevo marco global de biodiversidad a fin de año, se subraya la importancia de garantizar que los pueblos indígenas y las comunidades locales sean reconocidos y apoyados para sostener, defender y restaurar sus tierras y territorios como parte de los esfuerzos de conservación.
Destaca que más de una cuarta parte de las tierras de los pueblos indígenas y las comunidades locales podrían enfrentar grandes presiones de desarrollo en el futuro. Precisa que un enfoque de conservación basado en los derechos ayudará a garantizar que los pueblos indígenas y las comunidades locales logren el pleno reconocimiento de sus derechos sobre la tierra y los recursos, el respeto por su liderazgo y gobernanza, así como su consentimiento libre, previo e informado en la creación de áreas protegidas y conservadas.
El informe concluye que cualquier esfuerzo de conservación global, incluidos los llamados para proteger y conservar al menos el 30 % de la tierra, el agua dulce y los océanos del mundo para 2030, depende de una fuerte participación y liderazgo de los pueblos indígenas y las comunidades locales y será inalcanzable sin ellos.