La Chapelle-sur-Erdre. Una agente de policía municipal resultó herida de gravedad este viernes en el oeste de Francia en un ataque con cuchillo cometido por un hombre radicalizado y con problemas siquiátricos que murió tras un tiroteo con la policía.
El hombre, que se había dado a la fuga tras el ataque, cometido en la comisaría de La Chapelle-sur-Erdre, una pequeña ciudad cerca de Nantes (oeste), estaba fichado por radicalización y sufría de esquizofrenia, indicó el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
El sospechoso, que acababa de salir de la cárcel donde purgó una pena por robo, "había sido señalado en 2016 por una práctica rigurosa del islam", detalló el ministro, que se dirigió inmediatamente al lugar del ataque, el más reciente de una larga lista de hechos similares en los últimos meses contra las fuerzas del orden.
El hombre, de unos 40 años de edad, acudió etes viernes por la mañana a la comisaría de esta localidad de 20 mil personas, cerca de la costa atlántica, alegando un problema con su vehículo.
"Quería agredir a policías", dijo Darmanin. Fue allí donde atacó a la policía, con un cuchillo, antes de huir con la pistola de la víctima a bordo de un vehículo y luego a pie.
Las autoridades desplegaron a 80 policías y dos helicópteros para dar con su paradero y durante la búsqueda las escuelas aledañas tuvieron que cerrar sus puertas y confinar a los alumnos en su interior durante varias horas.
La agente municipal, que sufrió heridas en sus miembros inferiores, se encontraba en estado grave, según una fuente cercana a la investigación, pero su vida no estaba en peligro.
Posteriormente, dos agentes sufrieron también heridas en un tiroteo con el agresor.
Oleada de ataques contra policías
La clase política reaccionó al unísono condenado el ataque. "Todos mis pensamientos van a la mujer policía municipal cobardemente atacada en La Chapelle-sur-Erdre, a los dos gendarmes heridos (...). Agradezco a las fuerzas del orden que hayan sometido al autor de este acto insoportable", indicó el conservador Xavier Bertrand, candidato a las elecciones presidenciales de 2022.
"Me niego a que los ataques a nuestros policías se conviertan en nuestra rutina diaria. Debemos luchar de una vez por todas contra esta barbarie y no acostumbrarnos nunca, absolutamente nunca, a ella", dijo por su parte la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, también candidata al Elíseo en los comicios del próximo año.
Los policías franceses han exigido una mayor protección y un castigo más severo para los ataques contra las fuerzas de seguridad, después de una oleada de atentados en los últimos meses que ha conmocionado al país.
A principios de este mes, el agente Eric Masson fue asesinado a tiros durante un operativo antinarcóticos en la ciudad de Aviñón, en el sur de Francia.
La muerte de Masson se produjo después del asesinato, el 23 de abril, de Stephanie Monfermé, una funcionaria de la policía que murió apuñalada en la ciudad de Rambouillet, a las afueras de París, en un ataque cometido por un tunecino radicalizado.
Y en octubre de 2019, en el recinto de la jefatura de policía de París, un empleado mató con un cuchillo a tres policías y a un funcionario administrativo, antes de ser abatido.