Chilpancingo, Gro. “Han matado a un hombre; lo mató un cobarde, lo mataron por la espalda, si hubiera sido de frente mi hijo no se hubiera ido limpio, y eso agradezco a dios, que mi hijo (Marco Antonio Arcos Fuentes) haya muerto limpio, sin hacer una cosa mala”, dijo entre sollozos doña María Fuentes, mamá del campesino ecologista defensor de los bosques y comisario municipal de la comunidad de Jaleaca de Catalán, ejecutado el viernes pasado en Chilpancingo.
A punto de iniciar el novenario en su casa, pese al dolor de perder a su vástago doña María Fuentes expresó: “Lo único que sé que yo lo perdí, y no quiero nada, no sé quién fue (el asesino): mi hijo no le debía nada a nadie, por eso todo el pueblo estuvo con él (en su sepelio); no era de esas gentes que anda agarrando lo ajeno, o haciendo males”.
Su único delito fue hacer las cosas bien, porque él no tenía enemigos, agregó, y puntualizó: “Sé que mi hijo ya no va a revivir. Le doy gracias a dios que mi hijo no se ensució las manos; me quitaron lo mejor de mi vida, por eso no quiero nada. Se llevaron lo más grande que tenía. Lo único que pido es justicia”.
Reiteró que él no se peleó con nadie, “y a eso vino (a morir), a éste pueblo salado. Lo mató un cobarde. Yo le decía: diles que no puedes (ser comisario), que tú te vas, que tienes tus hijos. Estaba cansado de trabajar, llevaba 25 años trabajando en Kansas City (Estados Unidos), y en marzo del año pasado llegó a Jaleaca”.
Su esposa Lucía Tolentino Millán, una joven de 19 años que sostiene en sus brazos a su hija Emily Antonia de apenas tres meses, declara que “le tenían coraje desde que empezó (como comisario) hace como cuatro meses. Pero no ha venido el ministerio público, a investigar”.
Ese día (del asesinato) “se llevó a un chalán, para comprar abarrotes, porque tenemos una tienda de abarrotes, y se fue a surtir (a Chilpancingo), y ese día estaba con él, estaban comiendo, tenía 45 años”.
Mencionó que lo querían a él como comisario “porque pensaban que iba a cambiar todo; él no quería, y pues sí lo aventaron, alguna gente no lo quería, porque había vivido en Estados Unidos”.
Incluso “la camioneta no se la quieren entregar, está cargada de cosas, se mandaron los papeles de la camioneta y no se la quieren entregar a su papá”.
Recordó que ese día Marco Antonio “se fue a las cinco de la mañana de la casa, iba a comprar las cosas de la tienda, y ya no supe nada después. Yo me di cuenta (de su muerte) en las redes, ahorita nadie ha venido a investigar, ustedes son los primeros que vienen”.
Su cuerpo, explicó, lo trajeron hasta el sábado pasado, llegó antes del mediodía, “y como les digo no quería ser comisario, gente de aquí del pueblo no lo quería, aun así aceptó”.
En Jaleaca de Catalán, con más de tres mil habitantes, nadie quiere hablar, debido al temor que existe entre la población, que asegura que los delincuentes, que se llevan su madera, están en los cerros vigilando quién entra y quién sale.
Nadie protesta en Jaleaca por su muerte, ni exige justicia, por temor a represalias, y tampoco quieren hablar de lo sucedido: “No podemos decir más de lo que se ha dicho”, dijo un amigo de la familia que llegó al novenario, y se santiguó en el altar ante dos fotografías de Marco Antonio Arcos.
Este martes llegó hasta Jaleaca el coordinador del Mecanismo de Protección a Defensores de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación Federal, Jorge Ruíz del Ángel, en representación del Subsecretario Alejandro Encinas, y Lourdes Martínez Cisneros, titular de la Unidad Estatal para Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas a escuchar los testimonios.
Le informaron que desde hace cuatro meses cuando Arcos Fuentes se hizo comisario, la gente le empezó a tener coraje, sobre todo porque hace menos de un año existía la práctica de que algunos varones tomaban a las mujeres por la fuerza, algo que él acabó desde que llegó a la comisaría, después de conformar una policía rural de aproximadamente 30 elementos que ponían orden.
Por su parte Jorge Ruiz del Ángel, señaló que el subsecretario Alejandro Encinas le encomendó tener acercamiento con los familiares del ecologista asesinado “para desplegar todo lo necesario a su favor; pero en este momento, por el duelo nos retiramos, pero se dará atención a la familia”.
Abundó que “vamos a coordinarnos con el gobierno del estado, para establecer acciones para prevenir este tipo de acontecimientos”.
Lamentó la muerte de Marco Antonio Arcos Fuentes “confiamos en que las instancias de procuración que garantizan el acceso a la justicia puedan dar con los responsables”.