Ciudad Victoria, Tamps. En los últimos 28 años, cuatro de los cinco gobernadores de Tamaulipas han sido implicados en asuntos judiciales, dos del llamado Grupo Matamoros, Manuel Cavazos Lerma y Tomás Yarrington Ruvalcaba; uno oriundo de Ciudad Victoria, la capital del estado, Eugenio Hernández Flores –los tres, militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI)– y uno de Reynosa, de donde a la fecha no había surgido un titular del Ejecutivo estatal, Francisco García Cabeza de Vaca, del Partido Acción Nacional (PAN). De los cuatro, el panista es el único que ha enfrentado cargos estando aún en funciones.
Desde junio de 2010, cuando el entonces candidato priísta Rodolfo Torre Cantú fue asesinado de 24 balazos en Ciudad Victoria, tres días antes de los comicios, la prensa regional y nacional consideró que la delincuencia llegó al aparato gubernamental con Cavazos Lerma (1993-1999); se había sentado
con Yarrington Ruvalcaba (1999-2004), se parrandeó
con Hernández Flores (2005-2010) y gobernó
de la mano con los siguientes mandatarios estatales: Egidio Torre Cantú (2011-2016), –hermano de Rodolfo– y García Cabeza de Vaca, que inició su mandato el 1º de octubre de 2016.
Al inicio de su gestión, Cavazos Lerma nombró procurador de justicia a Raúl Morales Cadena, hijo de Raúl Morales Farías, abogado del matamorense Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas (1915-2001), contrabandista de alcohol en Estados Unidos durante la década de 1930 y señalado como fundador del cártel del Golfo.
Ante la presión de la prensa, Manuel Cavazos retiró del cargoa Morales Cadena antes de un año. Posteriormente se le designaría magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas, para tres periodos de seis años cada uno que concluyeron en febrero de 2021. Ya no fue relecto, porque la ley se lo impedía.
Una circunstancia similar ocurrió en la administración de Ya-rrington Ruvalcaba, quien designó procurador a Jorge Max Castillo Treviño, y subsecretario general de Gobierno a Humberto Zolezzi García. El hermano de éste, Mario Zolezzi (1960-2020), fue alcalde de Matamoros (2002-2004) durante la gestión yarringtoniana.
Humberto Zolezzi y Max Castillo fueron abogados de la camarilla de Juan García Abrego, ex capo del cártel del Golfo; defendieron, entre otros, a Sergio El Chava Gómez, también ex jefe del cártel referido, al finado Raúl Valladares del Ángel y a Juan José de Jesús Esparragoza Moreno, El Azul. Tuvieron bufetes jurídicos en la mayoría de las ciudades fronterizas de la entidad, y en Ciudad Victoria.
A Yarrington Ruvalcaba y a Cavazos Lerma los hermanó ser oriundos de Matamoros, y haber sido becados para estudiar en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITSM) por una organización presuntamente financiada por familiares de Guerra Cárdenas.
En el ITSM fueron compañeros de amigos de Carlos Salinas de Gortari y se codearon con el ex secretario de Hacienda Pedro Aspe Armella, lo mismo que con Rogelio Montemayor Seguy, quien gobernó Coahuila (1993-1999) y fue diputado federal y senador.
Cavazos surgió de un grupo fundado en el porfiriato
Así se encaminaron a la gubernatura tamaulipeca; Manuel Cavazos encabezó al Ejecutivo de 1993 a 1998 y Tomás Yarrington de 1999 a 2004. Ambos formaron parte del denominado Grupo Matamoros, fundado en el porfiriato.
Para 1992, Cavazos Lerma había sido diputado federal con el respaldo del grupo político de Salinas, y ese año fue candidato a gobernador. Yarrington Ruvalcaba estuvo arropado en la hoy disuelta Secretaría de Programación y Presupuesto.
Manuel Cavazos enfrentó en urnas en 1992 al ex presidente municipal de Matamoros, hoy fallecido, Jorge Cárdenas González, hermano del también difunto ex gobernador Enrique Cárdenas González, con quien Cavazos Lerma tuvo agudas diferencias.
En 1996 Tomás Yarrington fue nombrado presidente del PRI, donde construyó una estructura electoral, y dos años después se incorporó como secretario de finanzas de Cavazos Lerma, cargo desde el cual se promovió.
Para en 1998, el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León no aceptaba a Cavazos Lerma. Durante el primer proceso interno priísta en Tamaulipas, Zedillo envió a hacer proselitismo a sus amigos, el matamorense Marco Antonio Bernal y a Diódoro Guerra, oriundo de Miguel Alemán y quien llegó a ser director general del Colegio de Educación Profesional Técnica (Conalep) y del Instituto Politécnico Nacional. Las precampañas de los amigos de Zedillo no prendieron, sí en cambio la de Yarrington Ruvalcaba, gallo de Cavazos Lerma posicionado en los 43 municipios.
Yarrington Ruvalcaba, gobernador útil
en 1998
El PAN gobernaba para entonces 100 demarcaciones y tenía 11 curules en el Congreso local, mientras el Partido de la Revolución Democrática encabezaba dos alcaldías. Manuel Cavazos habría convencido a Zedillo de que el candidato a gobernador útil en 1998 era Yarrington Ruvalcaba.
Así como Cavazos Lerma enfrentó a Jorge Cárdenas González, Tomás Yarrington lo hizo con Gustavo Cárdenas Gutiérrez en las votaciones del 12 de noviembre de 2004. Ya en el poder, Yarrington Ruvalcaba permitió que Enrique Cárdenas del Avellano, hijo del enemigo
de Manuel Cavazos fuera diputado federal y luego alcalde de Ciudad Victoria.
A su llegada a la gubernatura, Yarrington metió a la cárcel a Pedro Hernández Carrizales, amigo y ex súper secretario durante el cavacismo. Cavazos, Yarrington y Hernández fueron investigados por la Procuraduría General de la República –ahora Fiscalía General– en enero de 2012 por delitos contra la salud, delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito, entre otros crímenes. Pero sólo dio la cara Cavazos Lerma.
Actualmente, Tomás Yarrington ocupa una celda en una cárcel de máxima seguridad en Texas, Estados Unidos; Hernández Flores también está preso, en un penal de máxima seguridad del estado de México, donde enfrenta cargos presentados por la actual administración estatal de García Cabeza de Vaca, que le atribuyó apropiarse de mil 600 hectáreas en el puerto industrial de Altamira, Tamaulipas.
Asimismo, Eugenio Hernández es requerido por la justicia estadunidense por supuestos delitos contra la salud, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, fraude y robo en agravio de las finanzas del gobierno tamaulipeco, y otros presuntos crímenes.
Aunque Hernández Flores no es originario de Matamoros, fue colaborador de Yarrington Ruvalcaba en la compra de las mil 600 hectáreas en Altamira, principal delito por el que fue detenido el 6 de octubre de 2017, durante el primer año del gobierno de Francisco García.
Pero su carrera en la política inició en 1995, cuando Cavazos Lerma era gobernador de Tamaulipas, quien nueve años después le vio tamaños para competir por la gubernatura en 2004 contra el panista Cárdenas Gutiérrez, quien gozaba de carisma y pegue con las votantes femeninas de la entidad.
La popularidad de Gustavo Cárdenas hizo que el PRI perdiera la capital del estado en los comicios de 1993 frente al PAN, cuyo abanderado derrotó a Carlos Castro Medina, yerno del histórico dirigente cetemista Fidel Velázquez.
Geño, como llama la población tamaulipeca a Hernández Flores, fue militante de Acción Nacional antes de ser priísta, y Cavazos Lerma le gestionó obras públicas y civiles, e incluso lo favoreció al comprarle un terreno, transacción con la cual Eugenio Hernández se recuperó económicamente, pues la crisis de 1988 lo dejó en quiebra.
Tenía deudas millonarias con cuatro bancos locales, que le embargaron los bienes, mas para entonces era socio del ex ahora gobernador Egidio Torre Cantú, sociedad que disolvieron una semana después de que éste fue elegido gobernante el 4 de julio de 2010.