Ciudad de México. Cristian San Martín Estrada, cubano de 20 años de edad, llegó a Ciudad Juárez, Chihuahua, el viernes de la semana pasada. Ilusionado, esperaba su pronto ingreso a Estados Unidos como solicitante de asilo. No lo consiguió.
Anoche fue asesinado por personas desconocidas que abrieron fuego en su contra. Sucedió cerca del puente fronterizo Paso del Norte, que conduce hacia El Paso, Texas, por donde en unos días ingresaría a Estados Unidos, donde ya lo esperaba su familia.
La oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó y condenó este crimen. Llamó a las autoridades correspondientes a realizar una investigación inmediata y exhaustiva.
“Acnur lamenta profundamente la muerte de Cristian y extiende sinceramente sus condolencias a sus familiares y amigos. Nos entristece que alguien que buscaba protección internacional haya muerto en estas condiciones”, dijo a La Jornada, la portavoz de la oficina en México de esa agencia, Silvia Garduño.
San Martín Estrada era uno de los 25 mil casos activos del programa Quédate en México –oficialmente llamado Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés)— que fue uno de los estandartes de las políticas antimigratorias del ex presidente Trump.
Entró en vigor en enero de 2019 y obligaba a quienes solicitaban asilo en Estados Unidos mantenerse en territorio mexicano –regularmente en puntos fronterizos con altos niveles de violencia— hasta que las cortes migratorias estadunidenses resolvieran cada caso.
En enero de este año Biden decretó su fin y se comprometió a atender a los 25 mil migrantes con casos pendientes. Como parte del cierre del programa, los migrantes solicitantes de asilo y que habían tenido que esperar en México, han comenzado a cubrir con los requerimientos del gobierno estadunidense para entrar a su país, entre ellos una prueba negativa a Covid-19.
Para procesar todos los casos, se cuenta con el apoyo de varias agencias de Naciones Unidas, como el Acnur, la Organización Internacional para las Migraciones y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, así como del Comité Internacional de la Cruz Roja.
En casi tres meses de operaciones (del 19 de febrero al 17 de mayo) han cruzado la frontera 10 mil 837 personas con casos activos por seis puntos fronterizos: Tijuana, Baja California; Ciudad Juárez, Chihuahua; y Matamoros, Reynosa, Piedras Negras y Nuevo Laredo, Tamaulipas.
De acuerdo con información del Acnur, el joven cubano asesinado anoche había sido retornado a México bajo los lineamientos del MPP en 2019, cuando recién había cumplido la mayoría de edad.
Cristian se asentó en Nogales, Sonora, y recientemente se registró para poder ingresar a Estados Unidos. Sin embargo, no lo consiguió.
Los primeros reportes del crimen apuntan a que fue asesinado a balazos por la espalda. Estaba acompañado de un familiar, que había venido de Texas por él para esperar que se completara su solicitud para cruzar la frontera sin problemas.
“Rechazamos categóricamente cualquier expresión de violencia y amenaza hacia las personas refugiadas y solicitantes de asilo. Seguiremos trabajando para identificar a todas las personas con casos abiertos de MPP para que puedan reingresar a los Estados Unidos”, remarcó en Twitter el Acnur México.
Este asesinato ha causado que diversas voces se alcen para poner en tela de juicio la forma en que la administración de Biden decidió dar cierre al MPP, ya que consideran que los procesos son poco ágiles y se sigue manteniendo a los migrantes en México, expuestos a diversos riesgos y peligros, de los que huyen en sus lugares de origen.
Desde el inicio del MPP, en 2019, el Acnur ha manifestado su preocupación por la situación de seguridad que se encuentra estas personas que deben permanecer en ciudades fronterizas de México con altos índices delictivos.
En abril de este año, el joven cubano manifestó su interés de trasladarse de Nogales a Ciudad Juárez para cruzar la frontera por el puente fronterizo Paso del Norte, debido que su familia vive en Texas.
Pero, cuando colaboradores del Acnur intentan contactarlo, el número celular que había proporcionado no respondía. Se perdió comunicación con él por varias semanas y a penas hace unos días se logró encontrarlo.
Las agencias de la ONU que participan en los procesos reconocieron que eso pasa con muchas de las personas solicitantes de asilo, pues los datos que ingresan en el portal para que sus casos de MPP se reactiven no siempre están vigentes y es difícil ponerse en comunicación con ellos.
En el caso de Cristian, tras varias semanas de no saber de él, se logró contactarlo. El joven llegó a Ciudad Juárez el 14 de mayo y el 17, horas antes de ser asesinado, fue atendido por personal del Acnur, quienes le confirmaron que era un caso activo del MPP y que en breve se le daría su fecha de cruce.
Era cuestión de días. “Estaba feliz por esa noticia”, ha expresado su familia. Pero no lo logró. Ese mismo día, horas más tarde, lo asesinaron.