Roma. El papa Francisco se reunió el jueves con el presidente argentino Alberto Fernández, meses después de que el país legalizó el aborto a pesar de un pedido personal del pontífice y la oposición de la Iglesia católica.
El comunicado del Vaticano sobre la visita de Fernández omitió toda referencia a los asuntos en discusión. La declaración breve sólo dio una lista de los temas abordados por Fernández con el secretario de Estado Pietro Parolin y el ministro del Exterior de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher: la pandemia, la crisis financiera argentina y la lucha contra la pobreza.
La reunión tuvo lugar en una oficina a un costado del auditorio en lugar del Palacio Apostólico, el sitio habitual de las visitas de Estado. La oficina, que se suele utilizar para reuniones menos formales, es la misma donde Francisco recibió a la reina Isabel en 2014.
El papa mantiene una relación a veces tensa con los gobiernos de su país natal. Desde su elección en 2013 se ha negado a regresar, según sus amistades, porque no quiere que el gobierno lo utilice con fines políticos.
La ley sobre el aborto, aprobada con el apoyo firme de Fernández, entró en vigencia en enero. Permite interrumpir el embarazo hasta la semana 14, o más allá si es producto de una violación o si la salud de la mujer está en riesgo.
Fernández, quien es peronista, había prometido aprobar el aborto legal y gratuito durante su campaña electoral. Argentina es el país más grande de América Latina que ha legalizado el aborto electivo, lo que le ha valido las felicitaciones de los movimientos feministas y podría allanar el camino para leyes similares en otros países de la región, socialmente conservadora y mayoritariamente católica.
Francisco, que ha denunciado reiteradamente el aborto como una prueba de la “cultura del descarte” reinante, emitió un llamado de último momento antes de la votación en diciembre, con un tuit en el que dijo que Jesús “llegó al mundo como cada niño llega al mundo, débil y vulnerable”.
En una carta de aliento a los adversarios del aborto, el papa jesuita preguntó: “¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo contratar a un matón para resolver un problema?”.
Fernández está realizando una gira europea que incluye también Portugal, España y Francia.