Ciudad de México. Para la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la ética y la probidad son una prioridad, aseguró este miércoles su titular, David Rogelio Colmenares Páramo.
La ASF busca que “con nuestra gente haya un sentido ético. Tenemos un Comité de Ética, un Comité de Integridad, que son muy activos. La ética es un tema prioritario, para nosotros, así como la participación ciudadana”, aseguró Colmenares Páramo al participar en el foro virtual "Ética y probidad, un bien público para la creación de confianza y credibilidad", convocado por la Organización Centroamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OCCEFS).
En el foro, en el que también participaron el contralor general de Perú, Nelson Shack Yalta, y Edwin Humberto Salazar Jerez, contralor general de Cuentas de Guatemala y presidente de la OCCEFS, Colmenares Páramo señaló que en las auditorías que realiza la ASF, que el año pasado fueron más de mil 600, hay apartados especiales relacionados con transparencia y rendición de cuentas, como los de armonización contable y la Ley de Disciplina Financiera.
Tras señalar que la ASF también trabaja para impulsar la participación ciudadana, aseguró que la probidad y la ética no pueden separarse de la rendición de cuentas.
“El servicio público no puede entenderse únicamente como un sistema de trámites y procedimientos, sino como un conjunto de principios y valores a observar por parte de los servidores públicos, entre los cuales se encuentra el de transparencia, que se traduce en la obligación de informar acerca del cumplimiento del mandato encomendado”, dijo el auditor superior.
La transparencia y la rendición de cuentas, agregó Colmenares Páramo, son derechos de los ciudadanos para estar informados y evaluar a partir de elementos objetivos la gestión de quienes ejecutan el gasto, los resultados de las políticas y programas públicos diseñados para la atención de las necesidades de la sociedad, y el grado de apego al interés general.
“En definitiva, la obligatoriedad de las prácticas de transparencia y de rendición de cuentas constituyen un potente incentivo para que los servidores públicos reafirmen su compromiso de observación de los principios éticos y la probidad”.