El precio de la mezcla mexicana de exportación ganó 83 centavos (1.32 por ciento) y cerró la sesión en 63.26 dólares por barril, de acuerdo con Petróleos Mexicanos (Pemex).
Se trata de la mejor cotización para el barril del crudo mexicano desde el 16 de marzo pasado, cuando concluyó en 63.29 dólares.
El comportamiento de la mezcla mexicana estuvo en línea con los precios internacionales del hidrocarburo, que subió a un máximo de ocho semanas, en medio de una ligera baja de reservas comerciales de crudo en Estados Unidos, pero sobre todo por la escasez de gasolina en estaciones de servicio en el país, tras el ciberataque a un importante oleoducto que impulsó a los consumidores a comprar combustible.
En ese contexto, el referencial estadunidense West Texas Intermediate (WTI) subió 80 centavos (1.2 por ciento) a 66.08 dólares el barril, mientras el Brent del Mar del Norte ganó 77 centavos (1.1 por ciento) a 69.32 dólares el barril.
Las reservas comerciales de petróleo crudo en Estados Unidos bajaron en 400 mil barriles en la semana que terminó el 7 de mayo, menos de lo esperado por los analistas, según el informe semanal de la Agencia de Información sobre Energía (EIA).
Los inventarios de crudo bajaron a 484.7 millones de barriles (mb) la semana pasada, según el reporte difundido el miércoles por la EIA, que fue elaborado antes del ciberataque sufrido por una de las principales transportadoras de crudo de Estados Unidos, Colonial Pipeline.
¿Escasez?
“Para el mercado las preocupaciones giran en torno al oleoducto, no a las reservas”, resumió Andy Lipow, presidente de la consultora Lipow Oil Associates, citado por la agencia de noticias Afp.
Un ataque cibernético el pasado viernes obligó a la compañía Colonial Pipeline a cerrar toda su red.
La escasez de combustible empeoró en el sureste de Estados Unidos el miércoles, cuando el cierre de la red de gasoductos de combustible más grande del país entró en su sexto día y las estaciones de gasolina se quedaban sin suministro en algunas ciudades.
Una docena de estados, desde Florida hasta Virginia, declararon el estado de urgencia, una decisión que reforzó el estrés de los consumidores que llegaban a las estaciones de servicio con bidones.
“La percepción del público es que la escasez es grave y hay que llenar el tanque”, comentó Lipow. “La demanda de gasolina es dos o tres veces mayor que lo habitual, lo cual agrava la situación”, agregó el analista.
En Florida, 73 por ciento de las gasolineras de la región de Pensacola registraban escasez de gasolina, según Patrick De Haan, del sitio especializado en precios de carburante GasBuddy.
En todo el estado de Carolina del Norte, casi una de cada tres estaciones de servicio no tiene gasolina, y la cifra es de 6 en 10 en Atlanta, la capital de Georgia.
En Virgnia y en Washington DC 10 por ciento de las gasolineras están desabastecidas, según la misma fuente.