Guadalajara, Jal. El fiscal de Jalisco, Gerardo Octavio Solís, dijo que se manejan dos líneas de investigación en torno al asesinato de tres hermanos que el viernes pasado fueron sacados de su casa por un grupo armado que luego los ejecutó y tiró sus cuerpos junto a la carretera en San Cristóbal de la Barranca: que se trató de una agresión directa contra ellos o bien se debió a una confusión.

La hipótesis de la confusión vertida por Solís se refiere a que el mismo viernes, media hora después que los hermanos fueron privados de su libertad por el grupo armado, encapuchado y con chalecos en los que estaban escritas las siglas del cártel Jalisco Nueva Generación, ocurrió un ataque contra un vehículo en el que viajaba una persona custodiada por personal de la Fiscalía General de la República, persona que aunque el fiscal evitó identificar dijo que vivía en la misma calle que los jóvenes, en la colonia San Andrés de Guadalajara.

“Al parecer los jóvenes llevaban una vida aparte, no sé si podrían tener una relación vecinal (con el hombre que custodiaban los agentes de la FGR). Siempre existe la posibilidad (de una confusión), nunca la dejamos de lado, sabemos que estos grupos del crimen organizado tienen que actuar de manera rápida y siempre existe la posibilidad de que hubieran cometido un error”, dijo Solís en rueda de prensa virtual.

El ataque contra el hombre sin identificar y los custodios de la FGR ocurrió en Tlaquepaque, media hora después de la privación de la libertad de los hermanos, y tanto los agentes como el custodiado salieron bien librados debido al blindaje del vehículo en el que viajaban.

Junto a los cuerpos de Ana Karen, de 24 años; José Alberto, de 29 (estudiante de Geografía en la Universidad de Guadalajara) y Luis Ángel, de 32, con apellidos González Moreno, las autoridades encontraron una manta contra el gobierno en la cual se señala que los policías deben evitar andar vestidos de civil y en vehículos sin rotular, de lo contrario les pasará lo mismo que a los jóvenes.