Manchester. No hay festejos por ahora para Manchester City.
La derrota ante Chelsea por 2-1 este sábado significa que City aún debe ganar uno de los tres partidos que restan en la temporada para obtener su tercer título de la Liga Premier en cuatro años.
Sin duda es margen suficiente para mantener la punta y que Sergio Agüero no lamente demasiado el penal errado en la primera etapa que pudo haber ampliado el marcador a 2-0 en el primer tiempo poco después del gol de Raheem Sterling.
En lugar de disparar un cañonazo a la red, el argentino intentó un globo que el portero de Chelsea, Edouard Mendy, atajó con una mano.
En la segunda mitad, el defensor de Chelsea Kurt Zouma derribó a Sterling en el área, pero el árbitro Anthony Taylor no marcó el penal, por más que el técnico Pep Guardiola suplicó una revisión con el VAR.
Hakim Ziyech marcó el gol del empate a los 63 minutos y Marcos Alonso el del triunfo en el descuento.
Todavía hay tiempo para ganar el título. Eso podría suceder antes del próximo partido de City el viernes si el escolta Manchester United pierde cualquiera de sus tres partidos esta semana.
Chelsea quedó en el tercer puesto, que clasifica para la próxima Champions. Pero también podría clasificarse, independientemente de su posición en la tabla local, si vence a City en la final de esta Champions el 29 de mayo en Estambul.
En otro partido de la jornada, Tottenham nuevamente quedó casi afuera de la Liga de Campeones al caer 3-1 ante Leeds.
Tottenham quedó a cinco puntos del cuarto puesto faltando tres fechas y con un partido más jugado que Chelsea.
Por su parte, Crystal Palace aseguró su permanencia en la Premier al vencer 2-0 al ya descendido Sheffield United 2-0.
Liverpool enfrentaba luego a Southampton.