Buenos Aires. En momentos en que circula por las redes una convocatoria opositora para salir el 10 de mayo a las calles a desafiar las restricciones oficiales ante la nueva ola de Covid-19, que ayer registró el récord de 663 muertos, la ofensiva contra el gobierno del presidente, Alberto Fernández pone a Argentina en tensión después del fallo de la Corte Suprema de Justicia que invalida un decreto presidencial que suspendió las clases presenciales, medida judicializada políticamente el opositor intendente de la capital federal, Horacio Rodírguez Larreta.
Esta ofensiva tiene su correlato en lo actuado por el jefe de la oposición, el ex presidente Mauricio Macri (2015-2019), quien desde Miami en un foro regional de derecha “por la Defensa de la Democracia en las Américas”, junto al titular de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, los presidentes de Chile y Colombia, Sebastián Piñera e Iván Duque, entre otros derechistas, se dedicó a atacar al gobierno de Fernández, utilizando la tragedia pandémica para desestabilizar a las administraciones regionales, que tomaron las medidas más profundas, incluyendo la protección social para los más vulnerables, como sucede en Argentina.
Varios analistas locales advierten sobre este “escandaloso” encuentro en Miami de gobernantes y ex gobernantes que han vulnerado “todos los fundamentos de una verdadera democracia” poniendo el caso de lo que sucede en Colombia en estos momentos, donde países de todo el mundo piden cesar la brutal represión contra el pueblo y la violación pública de los derechos humanos esenciales, en lo que aparece como una guerra contra el pueblo en rebeldía, por muertes, desapariciones y violencias extremas.
Macri destacó en su discurso las consignas y acciones tomadas por los sectores más duros de la oposición que él representa contra las medidas aplicadas ante la emergencia sanitaria por el actual gobierno en Argentina, para tratar de detener los contagios masivos y actuar rápidamente ante un sistema sanitario, que pudo resistir con enormes esfuerzos oficiales, la primera ola en 2020.
La pandemia apareció a sólo tres meses de haber asumido su cargo Alberto Fernández (10 de diciembre de 2019) encontrando un país arrasado, con una deuda externa impagable, miles de empresas cerradas, el desempleo más alto desde la crisis de 2001 y casi 50 por ciento de pobreza, los bancos vaciados y la más grande fuga de dinero de la historia desde el regreso a la democracia (1983)..
Hay que “alarmarse” por el “surgimiento de estas autocracias que disputan nuestras democracias diciendo que dan respuestas a las necesidades de la gente”, dijo Macri señalando que “el populismo conduciendo una crisis sanitaria nos ha llevado a la cuarentena más larga del mundo” a pesar de que no hay cuarentena este año, sino restricciones indispensables.
Macri mintió abiertamente al informar que el gobierno “no ha conseguido comprar vacunas”, desconociendo que Argentina fue el primer país que recibió la Sputnik V de Rusia, bajo una campaña opositora feroz , donde incluso dirigentes de Cambiemos abrieron un juicio contra el presidente por “envenenamiento” de la población, intentando impedir la vacunación.
“El populismo azota nuestro continente, mi país y deja en claro que las democracias ya no mueren por Golpes de Estado, sino que ganan las elecciones y empiezan por dentro del sistema a –entre otras cosas- destruir la independencia del Poder Judicial, violando la constitución y derechos humanos”, dijo Macri tratando de desmentir el esquema de judicialización de la política que impuso durante su gobierno, persiguiendo a los opositores y mandando a la cárcel ilegalmente a decenas de ex funcionarios acusados en causas falsas que se desmoronan por estos días, por absoluta falta de pruebas.
Consideró Macri que las medidas de emergencia sanitaria, tomadas en todo el mundo “avanzan sobre las libertades de los individuos(…) No hay ninguna crisis sanitaria que justifique que nos arrebaten nuestras libertades individuales. Eso es inaceptable", concluyó.
En este marco, José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas, criticó duramente el accionar del presidente Fernández luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia que avaló las clases presenciales en Buenos Aires estimando que nos “hay fundamentos” para suspenderlas temporalmente, a pesar de la grave emergencia sanitaria del colapso de hospitales en esta capital y en todo el país .
Vivanco, en una acción de injerencia que es común en la ONG que representa ligada a la CIA, dijo que lo preocupaba “la reacción del presidente Alberto Fernández ante la decisión de la Corte sobre las clases presenciales. No corresponde que un presidente denigre una sentencia judicial e insinúe que no la va a acatar (aunque diga que reivindica el Estado de derecho)”.
Antes estas acciones injerencistas la actitud de la Corte Suprema evidencia como nunca, la existencia de una “mesa judicial” conformada por los magistrados y un grupo de jueces que están siendo acusados por su complicidad con los medios de comunicación, adictos al pasado gobierno derechista de Macri y con servicios de inteligencia para montar una persecución política, con decenas de detenidos ilegalmente, como en tiempos dictatoriales.
Vivanco no dudó en apoyar la Corte Suprema cuando publicó el falló avalando una autonomía de la Capital Federal, dando la razón al jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta quien en una acción de campaña política hacia las elecciones legislativas de octubre desconoció el decreto presidencial en medio de la crisis sanitaria que produjo cifras récord este año en muertes y contagios. También desconocen toda medida del gobierno, alentando “sediciosamente”a salir a las calles, y a realizar actos . sin establecer ningún control en la ciudad como había solicitado el decreto y se había comprometido Larreta en una reunión reciente .
Como corolario juristas y diputados se preparan para denunciar ante la justicia los elementos golpistas que se agitan en estos momentos, tan doloroso para el país, entre ellos lo advertido por el periodista e investigador Roberto Navarro sobre una reunión interna d ela oposición más dura encabezada por Macri y la ex ministra de Seguridad de su gobierno Patricia Bullrich de tratar de “que se llegue a los cien mil muertos para denunciar” por “genocidio” a Fernández.