Ciudad de México. A causa de la pandemia por Covid-19 las mujeres embarazadas disminuyeron la búsqueda de servicios de cuidados prenatales y de atención del parto en hospitales, lo que se tradujo en un aumento de los nacimientos domiciliarios, por lo cual la labor de las parteras profesionales ha cobrado relevancia, señaló Alma Virginia Camacho, asesora regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en salud sexual y reproductiva.

Con motivo del Día Internacional de la Partera, que se conmemora mañana 5 de mayo, especialistas destacaron que las parteras salan vidas, pues con su labor podrían evitar cerca de dos tercios de todas las muertes maternas y neonatales y añadieron que en la pandemia se ha puesto de manifiesto el rol fundamental de este sector en la prevención de contagios de Covid-19 y la atención segura y oportuna de mujeres durante el embarazo, parto y puerperio.

En el conversatorio Partería profesional en México. Reflexiones al futuro, Camacho detalló que por la pandemia los servicios en salud sexual y reproductiva fluctuaron. De acuerdo a estudios realizados en 10 países, las cifras de atención prenatal mostraron una reducción de 40 por ciento en relación al año anterior, también el acceso a anticoncepción disminuyó entre 30 y 87 por ciento y los servicios de consejería o asesoría en planificación familiar cayeron entre 35 y 90 por ciento en los momentos más difíciles de la pandemia.

Sandra Oyarzo, vicepresidenta de la Conferencia Internacional de Matronas (ICM) destacó que el trabajo de las parteras profesionales mejora la salud sexual y reproductiva y añadió que “si se alcanza la cobertura universal de las intervenciones realizadas por matronas o parteras profesionales para 2035 podríamos salvar 4.3 millones de vidas”.

Lucía Illescas, vicepresidenta de la Asociación de Parteras Profesionales advirtió que, si se sigue a este “ritmo tanto en inversión como en educación, para 2030 lograremos tan solo una cobertura del 50 por ciento de los servicios de salud sexuales y reproductivos”. Remarcaron que la partería profesional incentiva la lactancia materna y el uso de anticoncpetivos.

De acuerdo con datos del UNFPA, el trabajo con las parteras que tienen la formación adecuada, según los estándares internacionales, podría reducir el uso de anestesia, las cesáreas innecesarias y garantizar una atención digna y respetuosa y un vínculo estrecho y de mayor confianza con las mujeres.

El artículo Impacto potencial de las parteras en la prevención y reducción de la mortalidad materna y neonatal y la muerte fetal publicado en The Lancet Global Health enero 2021, describe que de ampliarse, en un 25 por ciento, las intervenciones realizadas por parteras, daría como resultado 41por ciento menos muertes maternas y 26 por ciento menos de muertes neonatales al año 2035.

Remarcaron que invertir en la educación de partería profesional es indispensable para responder a las necesidades de atención de las mujeres y sus bebés. “Las parteras merecen una mayor inversión y reconocimiento de sus competencias”.

Conminaron a “transformar el modelo de atención con reformas regulatorias para lograr que cada mujer tenga la atención de una partera cuando así lo requiera. Es necesario reconocer a las parteras como profesionales de la salud autónomas incorporadas a equipos de salud multidisciplinarios”.

Señalaron que se deben fortalecer también las alianzas intersectoriales con las asociaciones de parteras y la voz de las mujeres, es clave para impulsar la inversión y avanzar en la instalación del modelo de partería. Impulsar el reconocimiento de las parteras profesionales como una opción segura de atención.

Así mismo llamaron a “reconocer a las parteras profesionales como personal de salud competente, con condiciones adecuadas de contrato y de remuneración. La integración de parteras profesionales en los sistemas públicos de salud es el camino directo para avanzar hacia el acceso universal de los servicios de salud sexual, reproductiva, materno y neonatal” y generar entornos propicios para la práctica de la partería, “reconociendo competencias, liderazgo, cuidado integral centrado en la mujer y espacios libres de discriminación”.