Madrid. La participación electoral en la Comunidad de Madrid hasta las siete de la tarde era de récord histórico, con un 69.2 por ciento del electorado una hora antes del cierre de la votación, lo que significa hasta once puntos porcentuales más que en los comicios del 2019, en los que al final de la jornada no se superó el 65 por ciento del censo electoral. Ni las restricciones de la pandemia ni el miedo al contagio, como sí ocurrió en los comicios autonómicos en Galicia, el País Vasco y Cataluña, evitaron una afluencia masiva, que podría a ser histórica y que decidirá finalmente el futuro inmediato del gobierno de la región.
La jornada electoral a la que están convocados cinco millones 100 mil ciudadanos residentes en Madrid elegirán a los 136 diputados de la Asamblea regional, que será la que finalmente designe al futuro gobierno que logre la mayoría suficiente para asumir el poder. La favorita en la contienda, la actual presidenta de la Comunidad de Madrid y aspirante del derechista Partido Popular (PP), Isabel Díaz Ayuso, aspira a lograr una mayoría absoluta situada en los 69 diputados, una hipótesis que a día de hoy ningún sondeo de opinión le adjudica. Si acaso, siempre según los sondeos, sumará hasta 63 diputados, por lo que necesitará el apoyo o la abstención del único partido que podría sumarse a a su causa, el de la extrema derecha de Vox.
El bloque de la izquierda, formada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Más Madrid y Unidas Podemos (UP), tienen su esperanzas fijadas en que una alta participación acabe con inclinar la balanza a su causa, ya que supondría que se habría movilizado el votante de izquierda que tiende más a la abstención o al voto en blanco. Una máxima que tampoco confirman los expertos en sondeos, que sostienen que una alta participación no necesariamente beneficiará al bloque de la izquierda.
Las votaciones transcurrieron sin incidentes, si acaso una protesta de tres activistas de Femen en el colegio electoral donde acudió a votar la candidata de Vox, Rocio Monasterio, y los abucheos que recibió el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, cuando acudió a votar. Los resultados se darán a conocer unas horas después de que cierren los colegios electorales. Entre tanto, la tensión y los nervios son máximos en las sedes de los partidos.