Ciudad de México. A unas horas de iniciar la vacunación contra el Covid-19 para adultos de entre 50 y 59 años, se ha inmunizado a 11 mil 284 residentes de las alcaldías informó la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
GALERÍA: Inicia vacunación contra Covid-19 a personas de 50-59 años en cuatro alcaldías de CDMX
Detalló que en Gustavo A. Madero 7 mil 650 personas recibieron la primera dosis del biológico Sputnik V; mientras que en las otras tres demarcaciones se utiliza la de AstraZeneca, que se ha aplicado a mil 409 residentes en Cuajimalpa, mil 485 en Magdalena Contreras y 749 en Milpa Alta.
En cuanto a la aplicación de la segunda dosis a adultos mayores, en Iztapalapa 16 mil 952 personas con el esquema completo de inoculación y en Tlalpan 4 mil 692.
En total, 818 mil 851 personas mayores de 60 años han recibido las dos dosis en 13 alcaldías, lo que significa 83 por ciento del universo a inmunizar que es de un millón 371 mil 97 adultos mayores con primera dosis.
En este momento, recalcó la titular del ejecutivo local operan 19 macro unidades de inoculación, siete en Iztapalapa, seis en Gustavo A. Madero, tres en Tlalpan; mientras que en Cuajimalpa, Magdalena Contreras y Milpa Alta, hay una sede en cada demarcación.
En cuanto a la vacunación el personal educativo de la ciudad, el director de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública capitalina, Eduardo Clark, señaló que de los casi 300 mil trabajadores que se tienen en el padrón 145 mil se habían registrado ya para ser inmunizados a partir del 19 de mayo.
La vacuna, "una esperanza de vida y salud", dicen los beneficiados
Alrededor de mil 750 personas de entre 50 y 59 años de edad han sido vacunados en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional.
Desde antes de las 8:00 horas, decenas de personas esperaban en fila para ingresar al plantel adaptado con carpas, mesas y sillas para su registro, sala de espera, área de vacunación y observación, donde ejercitaron manos y piernas al ritmo de la música de Timbiriche, Lorenzo Antonio y su grupo o una cumbia, sin que alguna persona se sintiera mal.
Todos los espacios eran vigilados por elementos de la Guardia Nacional, encargados de entregar el biológico de origen ruso Sputnik V, que considera dos dosis con un intervalo de entre 21 y 60 días, y por el que se sugiere no fumar y consumir alcohol por tres a cuatro semanas, a fin de que “haga su trabajo y no haya una inflamación externa que evitaría una protección del cien por ciento”, explicó Irina Mendiola, responsable del área de vacunación.
Los primeros en llegar fueron empleados, quienes aprovecharon “antes de ir al trabajo para vacunarnos y protegernos contra el Covid-19”, comentaron algunos entrevistados, aunque otros tuvieron que esperar, porque la vacuna llegó congelada y se requiere que esté completamente líquida para aplicarla, lo cual provocó que la gente permaneciera un mayor tiempo en el área de espera para pasar a las mesas de vacunación.
Los médicos y enfermeras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), como María del Refugio Flores Chávez, explicaron que una vez descongelada la vacuna -que lleva un promedio de dos horas-, se muestra a la persona el bidón con el líquido azul y se le pone, para después colocarlo vacío en la hielera, a fin de que el número entregado y usado sea el mismo
La vacuna está diseñada para ser mantenida en una temperatura de -20 a -40 grados, y una vez que es descongelada, cuando está totalmente líquida, dura dos horas, por lo que nos organizamos para adaptarnos a la vacuna, explicó la doctora Mendiola.
Las personas que están llegando de 50 a 59 años están respetando su cita, lo cual nos ayuda a llevar una buena logística de movilidad y no estén esperando afuera, en el sol, y en el área de registro y de espera se tienen una muy buena organización, por lo que no tenemos filas, pues esperábamos un promedio de 500 a 750 por hora, y se está atendiendo a personas mayores de 60 años rezagadas, como van llegando.
Las preguntas que hacen ambos rangos de edades son similares, como si pueden seguir tomando sus medicamentos, aunque “muy curioso, pero si te preguntan si pueden tomar y bromean un poco con eso, porque no pueden ir a festejar que ya se vacunaron, pues deben pasar de tres a cuatro semanas, y en 21 días viene la segunda dosis; así que va a hacer mínimo mes y medio que no podrán tomar, para que se preparen”, comentó.
Para Rosa María Colin el vacunarse significó una esperanza de vida, luego de que estuvo contagiada y requirió oxígeno para su recuperación, la cual llevó en su domicilio, y continuar con su vida y trabajo en una tienda de productos de bebé, donde le dieron el día para que estuviera tranquila y mañana reanudar sus actividades.
Fabiola Coverston consideró también que la vacuna es una esperanza de vida y de salud, pues “cuando crees que estuviste contagiada, porque tuviste síntomas, pero no podías checarlo, porque estabas cuidando a tu padre, quien requería oxígeno, le das prioridad a él, aunque desgraciadamente se fue y ahora me toca cuidarme para salir adelante”.
Mientras, para Silvia, quien salió con una gran sonrisa y mostrando el comprobante de su vacunación, significa “cuidarnos y no bajar la guardia, porque desde que empezó lo de Covid-19 hemos seguido todo lo que dicen las autoridades para estar bien, y ahorita vine esperando que me tardaran y no, fue rápido, la gente muy amable y ya nos protegimos y hasta en mi trabajo me dijeron que podía tomarme el día, por si tenía algún síntoma”.
Otros, como José y Pedro, mostraron su felicidad por la vacuna que “nos protegerá de esta pandemia, aunque esté 10 de Mayo tampoco podremos festejar con la mamá o la esposa, porque no tenemos permitido echarnos una copita para brindar y si no llega en 21 días la otra dosis, hasta el Día del Padre nos mantendremos abstemios a fuerza”.
A diferencia de los adultos mayores, fueron pocos los que solicitaron o ingresaron en silla de ruedas o apoyados con un bastón, la mayoría ingresó caminando, ataviados con trajes, ropa formal o causal, para “tener una protección contra este virus que no tiene fin y tener una mejor esperanza de vida”, coincidieron en señalar Luis, Mary, Toño y Jesús.