Rangún. Miles de personas se manifestaron el domingo en varias regiones de Myanmar, abogando algunas por una "primavera revolucionaria", tres meses después del golpe de Estado de la junta militar contra el gobierno civil.
Desde febrero y pese a una cruenta represión de la junta, las manifestaciones recorren el país; una importante campaña de desobediencia civil, con miles de trabajadores en huelga, paraliza sectores enteros de la economía; y los opositores, ahora clandestinos, han formado un gobierno de resistencia.
Por otro lado, uno de los más importantes grupos rebeldes del este de Birmania, la Unión Nacional Karen (KNU), hizo este domingo un llamado a otras minorías étnicas de la región a unirse contra la "dictadura militar".