Ciudad de México. En San José Chiapa, Puebla; está la planta armadora más moderna del mundo de la firma germana de los cuatro aros, y dentro de esta se encuentra la enorme planta de pintura montada sobre 86 mil m2, donde se plasma en las carrocerías de cada Q5, uno de los 12 colores de serie o hasta 4 mil opciones de tonos a elegir que se llevan a casi cualquier parte del mundo, con excepción de China.
Estos autos atraviesan complejos procesos de pintado que bañan en su totalidad al auto, incluso en zonas que terminan ocultas por otras partes del ensamblado.
Esta planta de pintura emplea energía eléctrica, solamente de fuentes renovables, y utiliza pintura con base de agua y bajo contenido de solventes en estos procesos; además incinera los compuestos volátiles orgánicos para evitar que sean liberados a la atmósfera.
Para aplicar color a un Audi Q5, se comienza por el paso de la carrocería en un baño a 56oC de agua industrial y desengrasante, para después ser descontaminada enjuagándola con agua desmineralizada.
Acto seguido, es cargada positivamente con barras, antes de sumergirla completamente en tinas de pintura con carga negativa, garantizando así una perfecta adherencia del color a través electrostática en un efecto de imán en la primera capa. Enseguida se sella la plataforma con PVC, así como los arcos de rueda y ensambles, evitando así filtraciones posteriores.
Esto da paso a que los robots entren en acción recibiendo las carrocerías en la cámara de pintado, para que estos sistemas con brazos de aspersión apliquen el color base del futuro auto; uno de la inmensa gama de opciones, que además no termina en esa multiplicidad de tonalidades sino también de acabados, donde estas mismas máquinas le dan un toque sólido, metálico, tornasol o mate, de acuerdo a lo que se haya adquirido desde el distribuidor, siempre cerrando este paso con la capa de barniz para el brillo de carrocería.
Para terminar, llega el último toque, el proceso anticorrosivo que consta de la aplicación de cera caliente en todas las partes huecas de la plataforma y puertas, para así garantizar por 12 años contra corrosión al Q5 que sale de México.
Tarek Mashhour, Presidente Ejecutivo de Audi México: “Audi México es una planta que cuenta con procesos de clase mundial. Nuestra nave de Pintura es una muestra de ellos. Contamos con una gama de colores que nos permite adecuarnos a las necesidades de nuestros clientes. Asimismo, es una nave amigable con el medioambiente, con lo que refrendamos nuestro compromiso con el cuidado del planeta”.