La economía de México puede crecer hasta 5.5 por ciento en 2021 y la aceleración de la inflación en el país no debería impedir su recuperación tras el tropiezo generado por el nuevo coronavirus, estimó el subgobernador del Banco de México (BdeM), Gerardo Esquivel.
En una entrevista con Xinhua, el integrante de la Junta de Gobierno del BdeM consideró que México está generando condiciones para superar el crecimiento de 4.8 por ciento este año, el pronóstico central de la institución establecido en el informe de inflación publicado el pasado 3 de marzo.
“Me parece que hay varios factores que me hacen anticipar que el crecimiento será superior a 5 por ciento y más cercano a 5.5 por ciento, por el hecho de que la normalización de las actividades continuará a un ritmo importante”, explicó Esquivel.
“Ese crecimiento es importante porque venimos de una caída muy significativa, no será ni mucho menos suficiente para regresar a los niveles que vimos al inicio de la pandemia, sobre todo en términos per cápita, así que necesitaremos seguir creciendo hacia adelante a ritmos mayores a los que venimos creciendo”, indicó.
La economía mexicana, la segunda mayor de América Latina después de Brasil, se desplomó 8.2 por ciento en 2020, su peor registro desde la década de 1930, por las complicaciones derivadas de la pandemia Covid-19, cuyo primer caso se dio a finales de febrero del año pasado.
Esquivel dijo que uno de los principales factores de recuperación actualmente se encuentra en el ritmo de crecimiento que está mostrando la economía global, con Estados Unidos y China a la cabeza, lo que está estimulando la demanda por bienes mexicanos.
Y en asuntos de naturaleza interna, mencionó que las elecciones intermedias que tendrá México el próximo 6 de junio, también producirán una “derrama económica importante”.
Las expectativas de crecimiento en general, dijo Esquivel, están mejorando en buena medida mientras avanzan los procesos de vacunación a nivel global y los sectores económicos progresan en su proceso gradual de reapertura.
“Claro que hay riesgos todavía asociados a las terceras olas de contagios que han visto algunos países, la preocupación sobre variantes de la enfermedad del COVID-19, entonces hasta el momento todo parece indicar que estos riesgos son menores comparados con los efectos positivos que estamos observando en la economía", dijo el subgobernador.
“Hay algo de incertidumbre porque siempre cabe el peligro de una variante de la pandemia que pudiera crecer, pero me parece que las preocupaciones han ido perdiendo peso y lo que está predominando ahora es la idea de la recuperación generalizada y del retorno a la normalización”, indicó.
La recuperación generalizada también ha despertado advertencias de eventuales brotes de inflación, mientras el optimismo está causando alzas en los precios de las materias primas.
En el caso de México, dijo Esquivel, la “joroba” inflacionaria esperada para los próximos meses será transitoria y no debería contaminar el proceso de formación de precios.
“Eso no se debe confundir con las presiones inflacionarias derivadas de factores como el reajuste en el gasto de los consumidores, o la escasez de oferta de algunos productos como las materias primas, que eso es algo que también estamos viendo”, dijo el subgobernador.
“Más pronto que tarde se podría regresar a una situación de normalidad”, explicó Esquivel, tras señalar que una buena parte de la mayor inflación obedece a efectos comparativos, meramente aritméticos.
La inflación de México se aceleró a 6.05 por ciento hasta la primera quincena de abril interanual, su mayor nivel desde finales de 2017 y muy por encima del objetivo del BdeM de 3 por ciento, según los datos oficiales más recientes.
Los analistas consultados por el propio BdeM proyectan que el Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) terminará el año en 4.14 por ciento.
En este entorno, dijo, todavía hay espacio para estimular el crecimiento de la economía local, generando un entorno más propicio para la inversión, sobre todo la proveniente del sector privado.
“En la medida en que la inversión privada no logre encontrar condiciones propicias para fomentar el atractivo para los inversionistas, pues será un problema hacia adelante, porque no habrá suficiente inversión, no habrá suficiente capital y, por lo tanto, la economía no estará en condiciones de crecer al ritmo que venimos creciendo”, dijo el subgobernador.
“Así que el gran reto que tiene la economía mexicana pues es ese en particular, generar condiciones para la inversión para crecer a tasas mayores de las que hemos crecido en las últimas cuatro décadas”, concluyó.