Ciudad de México. La Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) informó que debido a que a las 18 horas de ayer se registró calidad del aire extremadamente mala
(160 ppb) por ozono en la estación de monitoreo Tultitlán y riesgo a la salud extremadamente alto
, determinó la aplicación de medidas en el valle de México.
Este jueves se aplicará el doble Hoy no circula, de las 5 a las 22 horas, con lo cual los automóviles que cuenten con holograma de verificación 2 no podrán transitar.
Ante un amparo interpuesto por Greenpeace contra el Programa de Contingencias Ambientales, la Came establece las recomendaciones.
De esta manera, llamó a la población no realizar ejercicio al aire libre, facilitar y continuar el trabajo a distancia para reducir viajes, evitar el uso de aromatizantes, aerosoles, pinturas, impermeabilizantes y de productos que contengan solventes, entre otras medidas.
En un comunicado, la Came explicó que los vehículos particulares con holograma de verificación 1, cuyo último dígito numérico sea 1, 2, 3, 5, 7 y 9, así como aquellos cuya matrícula esté conformada sólo por letras, tampoco circularán. De la misma manera será para los que tengan matrículas foráneas o no cuenten con calcomanía.
Explicó que los niveles de ozono fueron consecuencia de la intensa radiación solar y poca nubosidad registrada en el valle de México, así como por el hecho de que el viento no presentó una dirección definida, lo cual favoreció el estancamiento y la acumulación del contaminante.
Baja actividad en fábricas
La Came hizo un llamado a la aplicación inmediata de medidas con el fin de disminuir la exposición de la población al aire contaminado y reducir el riesgo de afectación a la salud, así como para disminuir los contaminantes y de esta manera bajar la probabilidad de volver a alcanzar altas concentraciones de ozono este día.
También planteó restricciones a la industria manufacturera de competencia federal o local que tengan procesos que generen precursores de ozono, por lo que deberán bajar en 20 por ciento sus emisiones.
La refinería Miguel Hidalgo, de Tula, Hidalgo, no deberá operar a más de 75 por ciento de su capacidad, por lo que tendrá que disminuir la capacidad de combustión en calentadores a fuego directo, calderas en plantas de proceso y de fuerza.