Los seis clubes ingleses que integraban la Superliga desertaron de la causa disidente. Primero fue el Manchester City, se habíaa filtrado que seguía el Chelsea, pero en cascada anunciaron hasta que se hizo oficial la salida de todos los equipos de la Liga Premier. Este es un duro golpe al cisma que pretende el nuevo torneo con los clubes más poderosos de Europa.
El clima de rechazo en el Reino Unido fue abrumador, desde el gobierno de Boris Johnson, quien aseguró que echaría mano de todos los recursos contra el nuevo proyecto, los demás clubes del futbol inglés y la afición que salió a protestar contra “la codicia” de sus equipos.
"El primer ministro confirmó que el gobierno no permanecerá inactivo mientras un puñado de propietarios crean su pequeño club privado", apuntó el gobierno británico.
"No se descarta ninguna medida y el gobierno explora todas las posibilidades, incluyendo la opción legislativa, para asegurarse de que esta propuesta sea abandonada", explicaron los servicios de prensa del primer ministro.
Fue inesperado, pues parecía que la Superliga se sumaba su primer triunfo legal, luego que la justicia española ordenó a la UEFA y FIFA que no pongan trabas a la puesta en marcha de la nueva competencia y no amenacen a sus clubs fundadores, directivos y jugadores, con sanciones.
La decisión del tribunal madrileño a favor de la Superliga llegó después de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, respaldó a la UEFA y dijo que los clubes fundadores deberán afrontar las consecuencias. "Estás dentro o estás fuera. No puedes estar mitad dentro y mitad fuera", agregó.
El titular de la UEFA, Aleksander Ceferin, se dirigió a los dueños de los seis clubes ingleses de la Superliga -Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham- a que desistan.
“Lo que importa es que todavía hay tiempo para cambiar de opinión. Todos cometemos errores", dijo el presidente de la UEFA.
Ceferin criticó al grupo de clubes ingleses — integrado por multimillonarios estadunidenses, realeza de Oriente Medio y un oligarca ruso — menos de 48 horas después del lanzamiento de la Superliga junto a tres clubes de España y otros tantos de Italia.
“Caballeros, han cometido un gran error", dijo.
Ante la versión de una eventual salida del Manchester City y el Chelsea del plan original del nuevo torneo, horas antes, Florentino Pérez, presidente de la competencia, respondió que no le preocupaba que nadie abandonara la Superliga.
Florentino aseguraba que tenía confianza plena en el compromiso de los clubes fundadores que lo llevaban a pensar que incluso se sumarán otros equipos grandes europeos como el Bayern Munich de la Bundesliga y el París Saint Germain de Francia.
"La situación es tan grave que todos están de acuerdo en llevar a cabo este proyecto y buscar una solución”, dijo Florentino; “nadie fue presionado".
Sin embargo, el titular del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, se opone a romper con la UEFA y considera que la nueva competencia no resuelve los problemas que todos enfrentan.
"El París Saint Germain tiene la firme convicción de que el futbol es un deporte para todos. Hay que recordar que como club de futbol somos una familia y una comunidad, cuyo corazón son nuestros hinchas, y debemos recordar eso", señaló Al-Khelaïfi en un comunicado en la web del club.
