Ciudad de México. México no alcanzará el nivel del producto interno bruto (PIB) previo a la pandemia antes de 2023, pese al impacto positivo generado por el amplio programa de política fiscal de Estados Unidos, dado que en el país no hay un sólido apoyo fiscal y se anticipa que continúe la debilidad de la inversión, reportó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En palabras del mexicano Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del organismo, el plan de rescate de Estados Unidos estimulará el crecimiento en algunos países de América central a través del comercio y las remesas, con lo cual el repunte en estos países ocurrirá en 2022, pero en la economía mexicana se retrasará un año más.
Detalló que la contracción de 7 por ciento que resintió América Latina en 2020 fue la más pronunciada del mundo y superó “con creces” el decrecimiento mundial de 3.3 por ciento. Dada la magnitud de esta caída y un rebote de sólo 4.6 por ciento en 2021, se calcula que el ingreso per cápita en la región no se recuperará hasta 2024, lo cual provocará pérdidas acumuladas de 30 por ciento respecto a la tendencia previa al Covid-19.
Así, se calcula que el número de personas en América Latina que viven en pobreza ha incrementado en 19 millones, mientras que la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, lo ha hecho 5 por ciento si se la compara con los niveles anteriores a la crisis. “La pandemia supondrá además un deterioro duradero del capital humano debido al cierre de los colegios, que fue más prolongado que en otras regiones”, recalcó el FMI.
Los efectos de la crisis por Covid-19 no se acaban en un año o dos cuando avance la vacunación. Se espera que el ingreso de los estudiantes que ahora tienen entre 10 y 19 años sea, en promedio, 4 por ciento más bajo a lo largo de la vida de esos ahora jóvenes, si no se compensan los días de clase perdidos en 2020.
Werner también explicó que en el rubro laboral la crisis se concentró en quienes percibían menores remuneraciones, incluso en el caso de “una recuperación relativamente rápida en México”, los trabajadores que han regresado a alguna ocupación han tenido pérdidas de ingresos mayores a las de quienes permanecieron empleados durante la crisis.
En general, el FMI consideró que recuperarse de las secuelas de largo plazo en América Latina obligará a acelerar reformas estructurales, entre ellas se llama a mejorar el acceso a sistemas de educación y salud de calidad, ampliar las redes de protección social y mejorar el clima empresarial incluso una “transformación estructural más profunda, que podría estar facilitada por un pacto fiscal de gran alcance”.