Ciudad de México. Aunque la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca sí implicó una pequeña mejora en temas migratorios con respecto al gobierno de Donald Trump, la situación en esta materia sigue siendo “compleja”, pues sólo los niños y niñas que se arriesgan a tomar rutas peligrosas para entrar a Estados Unidos pueden quedarse en aquel país a que se estudie su petición de refugio, mientras que los demás no tienen esa oportunidad y corren el riesgo de ser víctimas de agresiones.
Así lo indicaron los participantes en un conversatorio virtual organizado hoy por el colectivo Tejiendo Redes Infancia, quienes señalaron que todos los países de la región están obligados a privilegiar el interés superior de los niños y niñas, por lo que debería garantizarse su acceso a Estados Unidos o cualquier otro país en el que soliciten ayuda para huir de la violencia.
Lisa Frydman, vicepresidente de la organización civil Kids in Need of Defense (KIND), saludó que con la llegada de Biden se abre una oportunidad para recibir a los menores en situación de movilidad con la mediación de expertos en el tema, en vez de únicamente con la Patrulla Fronteriza.
Sin embargo, en el gobierno del demócrata continúa la política de cierre general de fronteras, y los únicos niños, niñas o adolescentes migrantes o solicitantes de refugio que no son expulsados del país son aquellos que trataron de ingresar por “rutas prohibidas, con riesgo para su salud y su vida”.
En cambio, si algún infante –acompañado o no de sus padres—trata de ingresar al país por los puertos regulares de acceso, se le niega la entrada, lo que expone a toda su familia a sobrevivir en malas condiciones en la frontera norte o a tener que regresar a su país, de cual muchos huyen para no ser víctimas de violencia.
De su lado, Celia Medrano, especialista salvadoreña en temas de derechos de la infancia, lamentó que aun no se ha comprendido “la dimensión de la emergencia humanitaria” que viven las niñas y niños migrantes, pues si bien en muchas ocasiones sus padres los exponen a muchos riesgos en el camino hacia Estados Unidos, no se ha comprendido que el peligro de quedarse en sus países es aún mayor.
Por separado, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras emitió este martes una declaración en donde puntualizó que “los acuerdos entre Estados Unidos, México, Guatemala y Honduras para militarizar las fronteras ahondan la criminalización de las personas migrantes y solicitantes de asilo.
“La persecución sistemática y las barreras a la movilidad aumentan la vulnerabilidad de la población migrante y les expone a situaciones de mayor violencia a manos de las redes de tráfico de personas.”