Teherán. Irán anunció al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que "comenzará a enriquecer uranio al 60 por ciento", informó este martes la agencia oficial de prensa Irna, dos días después del "sabotaje" de su planta de enriquecimiento de Natanz, de lo que acusa a Israel.
Abbas Araghchi, viceministro de Asuntos Exteriores, comunicó esa decisión "en una carta a Rafael Grossi", director ejecutivo del OIEA.
Irán está enriqueciendo uranio de isótopo 235 al 20 por ciento, muy por encima del límite de 3.75% fijado por el acuerdo internacional sobre su programa nuclear, firmado en Viena en 2015 con varias potencias.
Un 60% de refinamiento lo pondría en condiciones de pasar rápidamente al 90 por ciento más, necesario para una utilización de este mineral con fines militares.
Irna no precisó cuándo empezarán estas actividades, que supondrían un paso más en la violación de los compromisos asumidos por Irán ante la comunidad internacional para limitar su programa nuclear.
Pero, según PressTV, una cadena de información en inglés de la televisión estatal, la medida entrará en vigor el miércoles. "Hemos visto la información de la prensa" sobre este tema pero "de momento, no tenemos nada que comentar", declaró un portavoz del OIEA en Viena.
La República Islámica siempre ha negado querer dotarse del arma nuclear, argumentando que su moral y su religión se lo prohíbe.
En su misiva, Araghchi declara también que " mil centrifugadoras adicionales con una capacidad un 50 por ciento superior se añadirán a las máquinas presentes en Natanz, además de sustituir aquellas que resultaron dañadas" en la explosión ocurrida el domingo en ese complejo nuclear del centro de Irán, explicó Irna, sin aportar más detalles.
Los anuncios llegaron horas después de que el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, se reuniera con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Teherán.
Anteriormente, la televisión estatal había indicado que Araghchi había partido de Teherán rumbo a Viena, donde el miércoles se celebra una reunión sobre las negociaciones que se están llevando a cabo para reintegrar a Estados Unidos en el acuerdo nuclear de 2015 y para hacer que Teherán vuelva a ceñirse a lo estipulado en el pacto, a cambio de que Washington levante las sanciones ordenadas desde 2018.