Ciudad de México. En entrevista para La Jornada, José Román, presidente y director general de Nissan Mexicana compartió la relevancia de la marca, con respecto al resto de los países donde tiene presencia.
La marca japonesa tiene el control de la operación de las 34 naciones que conforman la Unidad de Negocio de Importadores de Nissan, NIBU por sus siglas en inglés (Nissan importers Business Unit), y todos ellos se encuentran en la región de Latinoamérica.
En México se registra la cuarta operación más grande a nivel mundial para la firma, después de China, Estados Unidos y Japón. Sin embargo, a pesar de no ser la más numerosa, sí es la que arroja los mejores resultados, con la participación de mercado local más alta en comparación con el resto de los países donde opera, en marzo de 2021, cerró con el 22%.
También han obtenido la calificación de Best Practice en manufactura, ventas, manejo de concesionarios, atención al cliente y calidad dentro de la marca a nivel mundial.
Son esas algunas razones por las que podría decirse que Japón tiene a México en la mira como una posibilidad para producir eléctricos, llegado el momento. Existe la posibilidad de que Nissan fabrique también otros vehículos que actualmente no están en el portafolio de opciones en nuestro país, agrandando sus líneas de producción para exportación.
“Nuestro país es clave por la ubicación geográfica al contar con dos océanos, puertos, clientes a los cuales exportar grandes volúmenes, como Estados Unidos y otros países latinoamericanos”, dijo José Román.
A pesar de que no precisó en qué año podría darse, comenta que dado el monto de las inversiones, se debe actuar con cautela y planeación en las estrategias de expansión, al tiempo que reveló una inversión de 600 millones de dólares en los últimos 18 meses para la producción y/o lanzamiento de diferentes productos como: Altima, Versa, Sentra, Frontier, March y Kicks.
“Sin duda alguna tenemos la capacidad y el know how para producir eléctricos en México. Se está analizando la forma de incursionar en la producción de esta tecnología en el país. La firma no pierde de vista que el producto que se fabrica en México, además de estar pensado en la exportación, también se contempla para el mercado local”.
“Depende si se decide ir a un mercado grande de exportaciones y el destino, podrían ser eléctricos –los vehículos que se fabriquen en México–, pero si se define como objetivo ir hacia mercados emergentes, sería e-POWER –la tecnología de producción–. Pero la capacidad y el conocimiento técnico, aquí lo tenemos sin duda alguna”, abundó Román.
En su opinión, considera que la tecnología adecuada para el mercado mexicano y el resto de latinoamérica, no es el eléctrico puro, a pesar de que LEAF es un vehículo muy exitoso en otras regiones del mundo, como Noruega; sino el e-POWER, porque al no contar en estas regiones con una infraestructura con la robustez necesaria para recarga de baterías, estos autos e-POWER de Nissan, son los ideales para estas condiciones, ya que se comportan como un eléctrico al tener el performance de un LEAF, por ejemplo, pero con la asistencia de un motor a gasolina, que funge como un generador de corriente para la recarga del banco de baterías, a la vez que los mismos rodamientos regeneran energía para el mismo fin, evitando así las paradas programadas en los cargadores de la red pública,.
“Estamos en un proceso de evolución como industria automotriz, entonces probablemente en poco tiempo estaremos vendiendo otros vehículos eléctricos, habrá que prepararnos para esa nueva era, no estoy diciendo que en el corto plazo lo vayamos a hacer, pero hay que empezar a preparar ese tipo de estrategias para el futuro, la manufactura es uno de los temas más importantes y obviamente más delicados en los que debemos trabajar como empresa en México”, finalizó José Román, presidente de Nissan Mexicana.