Quito. Los ecuatorianos eligieron este domingo en balotaje a su próximo presidente en una cerrada contienda entre Andrés Arauz, un hombre cercano al ex mandatario Rafael Correa, y Guillermo Lasso, un ex banquero representante de la derecha conservadora.
Ambos protagonizan un choque de generaciones y estilos del que saldrá el gobierno que durante los siguientes cuatro años se ocupará de un país dividido y en crisis por la pandemia.
Poco más de 13.1 millones de ecuatorianos estaban llamados a emitir su voto obligatorio en una jornada que se extendió por diez horas y concluyó a las 17:00 horas locales, sin inconvenientes o mayores aglomeraciones.
Los primeros resultados oficiales se publicarán a partir de las 19:00 horas locales, según el Consejo Nacional Electoral.
Los canales Ecuavisa y Teleamazonas divulgaron dos encuestas a boca de urna, una de la firma Cedatos que le da una ventaja a Lasso de seis puntos porcentuales (53.24%) sobre Arauz (46.76%), y otra de Clima Social que señala un empate técnico, por lo que se abstuvo de revelar porcentajes.
Varias firmas anticipaban un cabeza a cabeza ante el repunte del derechista Lasso desde la primera vuelta del 7 de febrero, cuando alcanzó el 19,74% de los votos contra el 32,72% de Arauz. Los indecisos para la segunda vuelta rondaban un 15%.
Economista de 36 años, Arauz es el delfín de Correa y podría convertirse en el mandatario más joven de Latinoamérica, mientras Lasso, un ex banquero de 65 años, se postuló por tercera vez tras perder las elecciones en 2013 y 2017.
"Esta es nuestra oportunidad para dejar el pasado atrás; para dejar ese dolor, ese sufrimiento, esa exclusión que hemos vivido últimamente y pasar a un gobierno realmente humano, uno que quiera a su gente", dijo públicamente Arauz, quien no pudo votar en Ecuador porque está empadronado en México, donde cursaba un doctorado antes de postularse.
Lasso en cambio votó en Guayaquil, motor económico en el suroeste del país, con un mensaje a los indecisos. "Los invito a darnos una oportunidad para servirlos (...), porque con humildad les digo: le entregaré mi vida al pueblo".
Además reafirmó su propuesta de construir un país "de oportunidades, libre y democrático".
El protagonista ausente
Quien venza gobernará este país de 17.4 millones de habitantes a partir del 24 de mayo, en reemplazo del impopular Lenín Moreno.
Acosado por las críticas ante la lenta vacunación contra el Covid-19, Moreno también deja una economía (dolarizada) en números rojos: en 2020, el Producto Interno Bruto retrocedió 7.8 por ciento y la deuda pública total alcanzó 63 por ciento.
Aunque lleva desde 2017 fuera de Ecuador, Rafael Correa es la figura central de esta contienda. El ex mandatario, que se instaló en Bélgica con su familia, rompió con Moreno apenas éste lo sucedió hace cuatro años en una feroz disputa que fraccionó a la izquierda. Arrastra una condena por corrupción que tacha de "persecución política".
Lasso encarna el anticorreísmo que agrupa a la derecha tradicional, empresarios, algunos medios de comunicación y parte de los no pocos desencantados con el socialismo del siglo XXI que pregonó el exjefe de Estado (2007-2017).
"Si gana Arauz, va a seguir el correísmo. Si gana Lasso, de pronto vamos a parar esto, que es una terrible situación desde hace años", expresó tras sufragar Judith Viteri, de 41 años y vendedora en una farmacia.
Sin revelar su apoyo, Jhonny Changoluisa, un empleado privado de 40 años, evocó la "crisis total" que enfrentan los ecuatorianos. "Necesitamos cambios (...) La clase media y baja está hecha pedazos", comentó.
El voto indígena
Los indígenas, que quedaron a las puertas del balotaje con su candidato Yaku Pérez, un anticorreísta de izquierda que alegó un supuesto robo de elecciones, aparecen como una fuerza determinante este domingo.
El partido de Pérez, Pachakutik, no dio su apoyo a ninguno de los candidatos.
Este domingo anuló su voto públicamente con la leyenda "Yaku presidente resistencia", prometiendo una oposición de "resistencia" en caso de que el vencedor incumpla con sus promesas para superar la crisis y defender el derecho al agua.
El futuro presidente no gozará de mayoría absoluta en el Congreso y tendrá que negociar con Pachakutik, pues el partido indígena quedó segundo en las legislativas celebradas en febrero por detrás de Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento de Arauz. Creando Oportunidades (Creo), la fuerza de Lasso, tendrá una representación mínima.
"Hay crisis económica, sanitaria y de gobernanza en este momento (...) Cualquiera que gane tiene un panorama completamente dividido, bien difuso", mencionó Wendy Reyes, consultora política y catedrática de la Universidad de Washington.