Lima. En el peor momento de la pandemia por Covid-19, los peruanos votaron el domingo por un nuevo presidente en las elecciones más fragmentadas de su historia reciente y sin ningún favorito.
De acuerdo con los sondeos, nadie ganaría en primera vuelta, dado que ninguno de los 18 candidatos acumula más de 50 por ciento de intención de voto. De darse esos pronósticos los dos más votados se enfrentarán en un balotaje el 6 de junio y el ganador sucederá al mandatario interino Francisco Sagasti, el 28 de julio.
“No hay esperanzas, al final nunca cumplen las promesas, yo no sé por quién voy a votar”, dijo temprano Julia Carrión, de 46 años, mientras esperaba sufragar en un campo deportivo de la zona norte de Lima.
Todos los ex presidentes que gobernaron desde 1985 están salpicados de corrupción, algunos encarcelados o arrestados. Uno se suicidó antes de ser capturado por la policía y dos, pese a estar procesados, postulan a la presidencia y al Parlamento.
En 12 años, 57 ex gobernadores y dos mil 2 ex alcaldes fueron enjuiciados o están prófugos. Una auditoría en 2019 halló que la corrupción consumía a diario 17 millones de dólares, cifra suficiente para alimentar a los pobres del país.
En medio de la pandemia, los peruanos sufren las consecuencias de los choques entre el Parlamento y el Ejecutivo que generaron una crisis en noviembre y provocaron tres presidentes en una semana.
Una de las consecuencias ha sido el atraso en la compra de vacunas contra el Covid-19 que apenas se han aplicado a menos de 2 por ciento de la población.
También han descubierto con desilusión cómo un puñado de privilegiados, incluido el entonces presidente Martín Vizcarra y su familia, se vacunaron en secreto.
El analista Carlos Meléndez dijo al diario El Comercio que el Covid-19 “ha afectado los procesos electorales” con baja información e incertidumbre y que las crisis políticas que los peruanos vivieron “las caídas de presidentes en procesos judiciales y la confrontación de poderes, nos han llevado a un cambio del electorado y la reacción ha sido la polarización” de los votantes.
Más de 86 mil mesas de votación estarán abiertas 12 horas para evitar aglomeraciones y contagios por el virus que el sábado mató a 384, cifra diaria más alta desde que empezó la pandemia en medio de hospitales colapsados y el incremento de las muertes de infectados en casa.
Seis candidatos se destacan frente al resto, entre ellos Keiko Fujimori, la hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori quien a sus 45 años postula por tercera vez y aspira a gobernar desde la derecha con “mano dura”, en referencia a la década del gobierno de su padre 1990-2000 y posteriormente condenado a 25 años de cárcel por corrupción y el asesinato de 25 peruanos.
También, Pedro Castillo, profesor rural que empezó la jornada en su casa ordeñando una vaca. En la sala de su casa, el izquierdista conservador de 51 años tenía un cuadro con la frase “Jehová es my shepherd” y antes de desayunar rezó con su familia. Se hizo conocido en 2017 cuando encabezó una huelga de maestros que duró varios meses en busca de aumentos salariales.
Otros candidatos son el ex legislador Yohny Lescano; el economista conservador Hernando de Soto; la izquierdista progresista Verónika Mendoza y el empresario católico Rafael López Aliaga.
Ninguno de los seis primeros candidatos supera 13 por ciento de las preferencias, una cifra insólita comparada con hace cinco años cuando los primeros candidatos bordeaban 30 por ciento de preferencias antes de los comicios.
Alrededor de la tercera parte de los votantes no tenía candidato de acuerdo con las encuestas, lo que aumentaba la incertidumbre sobre quiénes podrían pasar a una segunda vuelta.
Además de presidente, los peruanos escogerán a 130 legisladores y cinco parlamentarios peruanos para el Parlamento Andino.
Las autoridades electorales planean dar un primer avance de los resultados 30 minutos antes de la medianoche, pero por la cercanía entre los candidatos favoritos, los expertos creen que los resultados más seguros se conocerán el martes o miércoles.