Ciudad de México. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) regresó el subsidio a la gasolina Premium y lo elevó para la Magna, en medio de un incremento de los precios del combustible a nivel nacional que ha repercutido en la inflación.
En la semana del 10 al 17 de abril, el fisco aportará una subvención de 11 centavos (2.68 por ciento) por cada litro que se venda de gasolina Premium, con lo que recaudará 4.20 pesos por litro por concepto de impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), en lugar de 4.31 pesos de las dos semanas previas, cuando no hubo subsidio.
Para el diésel, combustible utilizado por la gran mayoría del transporte de carga en el país, el apoyo fiscal será de 17 centavos (3.02 por ciento) por cada litro y Hacienda recaudará 5.45 pesos por litro.
Para la gasolina Magna –la de mayor consumo en el parque vehicular del país– el apoyo fiscal se incrementó a 1.73 pesos por litro, es decir, un apoyo de 33.85 por ciento. Con ello, el fisco recaudará 3.38 pesos por cada litro que se venda durante la semana.
Así lo informó la SHCP en el Diario Oficial de la Federación que, como cada viernes, dio a conocer los porcentajes y los montos del subsidio fiscal, así como las cuotas a los impuestos sobre las gasolinas y el diésel.
El nivel de subsidio para la Magna es similar al de mediados de julio de 2019, cuando se ubicaba en 35.03 por ciento. Sin embargo, no es el más alto en lo que va del año, ya que a mediados de marzo, el apoyo del fisco a este combustible se elevó hasta 51.62 por ciento.
La decisión de la Secretaría de Hacienda para reforzar los subsidios a los combustibles vehiculares se da en momentos en que los precios de las gasolinas, tanto Magna como Premium, se han elevado en el territorio nacional y ese incremento ha sido una de las causas de que la inflación en marzo fuera la más alta en 27 meses (https://bit.ly/3wICjAK).
Durante el año pasado la Secretaría de Hacienda dejó prácticamente sin subsidio los combustibles, debido a la caída de los precios del petróleo en el contexto del confinamiento mundial a raíz de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, a partir de febrero de este año, los retomó a fin de que el precio que pagan los consumidores no tenga incrementos bruscos. Meta que no se ha logrado, pese a las pérdidas recaudatorias.
El precio de la gasolina se fija con cuatro componentes: la cotización internacional del petróleo, el tipo de cambio (dado que la mayor parte del consumo nacional es importado), los costos de traslado de los centros de producción a los de consumo y el margen de ganancia de los comercializadores.
Al cierre del primer bimestre, la recaudación por concepto del IEPS a gasolinas y diésel cayó 20.9 por ciento, comparado con el mismo periodo de 2020, lo que significa una pérdida recaudatoria de 8 mil 801 millones de pesos, de acuerdo con información de la SHCP dada a conocer esta semana.
Desde 2017, cuando se liberaron los precios de las gasolinas, Hacienda otorga un subsidio a los intermediarios, al disminuir el cobro del IEPS y evitar incrementos drásticos en los precios de los combustibles que afecten el poder adquisitivo de los consumidores.