Quito. El ex banquero y candidato derechista, Guillermo Lasso, cerró este miércoles su campaña en una región andina cerca de Cayambe, población mayoritariamente indígena, con un llamado a la unidad y a demostrar el poder del sufragio para definir el futuro de Ecuador.
El postulante escogió el monumento y reloj indígena Quitsato, en la línea equinoccial, 50 kilómetros al norte de la capital, donde en un espacio abierto y ante menos de un centenar de seguidores debido a la pandemia, dijo que Ecuador “vive la mayor crisis de su historia, una crisis sanitaria, económica y de valores que afecta de manera grave a la vida de todos los ecuatorianos".
"Todos estamos y vivimos angustiados por la salud de nuestra familia, por la falta de empleo, por la situación económica, por la inseguridad y por la incertidumbre respecto del futuro”, argumentó, al tiempo de convocar a la unidad para enfrentar la situación: “Necesitamos del aporte de todos, porque juntos, respetando nuestras diferencias, saldremos adelante”.
Requirió el apoyo de sus compatriotas el domingo, cuando se realizará la segunda ronda electoral, para iniciar “una nueva etapa de progreso en la que todos podamos vivir mejor. En sus manos tendrán el instrumento más poderoso que existe para conseguir que se cumplan nuestros sueños, para lograr una vida mejor y para nosotros y nuestras familias, el voto es un instrumento poderoso”.
Lasso, de 65 años, busca la presidencia por tercera vez consecutiva. La primera vez perdió en 2014 ante el entonces mandatario y candidato Rafael Correa y en 2017 ante Lenín Moreno.
El domingo se enfrentará con Andrés Arauz, un político mucho más joven, que capitalizó el respaldo de sectores leales a Correa pese a que éste ha sido condenado por corrupción en Ecuador y vive fuera del país.
El cierre de campaña en su ciudad de residencia, Guayaquil, está previsto para el jueves.
El ganador de las elecciones del domingo reemplazará en el poder desde el 24 de mayo al presidente Moreno, por un período de cuatro años.