Acapulco, Gro. Turistas desafían al Covid-19 y al alto oleaje en Acapulco.
Para después de las 12 horas, decenas de familias disfrutan del calor del puerto, cercano a los 32 grados centígrados a la sombra, lo más cercano al mar posible en playa El Morro, en el acceso de la glorieta La Diana, sin importar la intensidad del oleaje.
Entre la espuma del mar y decenas de sombrillas, pululan comerciantes semifijos que ofrecen cocteles de frutas y lentes oscuros, mientras algunos eligen paseos en banana o en el paracaídas.
Responsables que vigilan los accesos a playa en filtros instalados por el gobierno estatal, señalaron que muchos visitantes hacen caso omiso a las recomendaciones oficiales de portar cubrebocas al ingresar a la franja de arena, con el argumento de que "de todos modos para meternos al mar nos tenemos que quitar el cubrebocas".
Hasta poco después de las 12 horas, unas 250 personas habían ingresado a la playa a través del acceso a la Diana.
Una vez en la playa, la rebeldía o inconsciencia se extiende a los constantes señalamientos de trabajadores salvavidas, quienes deben perseguir a bañistas en la orilla del mar, para intentar persuadirlos de alejarse de donde rompen las olas.
Un joven con uniforme del Centro de Atención y Protección al Turista de Acapulco, insiste una y otra vez a integrantes de dos familias que se alejen del mar, a momentos lo consigue, pero la vigilancia debe ser permanente debido al vaivén de las olas.
El alto oleaje fue percibido desde la tarde del miércoles, incluso en playa Revolcadero, en la zona Diamante, las olas obligaron al retiro inmediato de mobiliario de playa por parte de prestadores de servicios, para evitar pérdidas materiales.
Este jueves la ocupación hotelera general en el puerto amaneció en 31.7 por ciento. Dividido por zonas, la Diamante promedió 29.2 por ciento, la Tradicional promedió 15.7 por ciento, y la Dorada promedió 35.7 por ciento.
La ocupación condominal promedió 51.1 por ciento en la zona Diamante, y 40.5 por ciento en la zona Dorada.