Ciudad de México. Las acusaciones de “que estamos militarizando al país carecen de toda lógica, y en su mayoría de la más elemental buena fe; no se ha ordenado a las fuerzas armadas que hagan la guerra a nadie, o que se involucren en acciones represivas o violatorias de los derechos humanos, por el contrario en esta nueva etapa, la generosa y decisiva participación de nuestros soldados y marinos en acciones de desarrollo bienestar y paz, es refrendo de su lealtad a las instituciones civiles”, expuso esta tarde, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al dar lectura a su informe trimestral a la nación, en la Capilla de la Emperatriz (Fondo Antonio Ortiz Mena) de Palacio Nacional, el mandatario ponderó que la participación de las Fuerzas Armadas, además “contribuye dejar atrás la distancia, la desconfianza entre civiles y militares, que se generó por las decisiones erróneas y perversas de los anteriores gobernantes, por eso reitero mi reconocimiento a esas dos importantes instituciones del Estado mexicano la Secretaría de Marina y la Secretaría de Defensa Nacional.”
Reconoció al almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de Marina, y al general Luis Cresencio Sandoval González, de la Defensa.
Al abordar los efectos de las políticas de su administración, en materia de seguridad y protección de los derechos humanos, adujo que se disminuyó el robo de combustibles, los homicidios, el robo de vehículos, el secuestro, y así en casi todos los delitos del fuero común y del fuero federal.
“Conseguir la paz se ha llevado a cabo sin violaciones a los derechos humanos, sin el involucramiento de las fuerzas federales, sin masacres, sin cometer tortura, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales; sin criminalizar a sectores enteros de la población como ocurría antes”, dijo.
Abundó en la labor de las Fuerzas Armadas, para conseguir los logros descritos, “sin la lealtad de las secretarías de Defensa y de Marina, y sin su entrega al pueblo no tendríamos los mismos resultados en seguridad, desarrollo y bienestar. Con las fuerzas armadas ayudamos a la población afectada por huracanes, inundaciones, temblores incendios y otros siniestros, y con ellas contenemos a la delincuencia organizada e impulsamos la reconstrucción de la seguridad y de la paz en las regiones del país más afectadas por la violencia delictiva.”
Las fuerzas regulares también, dijo, evitan el robo de hidrocarburos, enfrentan el contrabando, persiguen la corrupción en los puertos, defienden la soberanía; se protege a migrantes, y por si fuera poco las fuerzas armadas nos ayudan en la construcción de obras de infraestructura para el desarrollo del país. Recordemos que, sin los ingenieros militares y marinos, no estaríamos en este proceso de construcción de obras y servicios, de acciones tan relevantes como el dragado o desazolve de ríos, la limpieza de playas, las sucursales del banco de bienestar, los cuarteles de la Guardia Nacional, los viveros para las plantas del programa sembrando vida y el manejo de la logística y la distribución de las vacunas contra el Covid-19.
“Sin su ayuda no habríamos podido realizar la tarea de reconstrucción o terminación de hospitales que el régimen neoliberal dejó abandonados o a medio construir. El apoyo del personal de salud de la defensa y de Marina han sido fundamental fundamentales para hacer frente a la pandemia, pero también para emprender la construcción del tren maya, el nuevo aeropuerto de Tulum, el aeropuerto Felipe Ángeles. Nuestros institutos castrenses han participado en la transformación de la antigua prisión de la Sierra Marías en centro cultural ecológico y turístico: en fin, el apoyo de la Fuerzas Armadas en la transformación de México ha sido repito fundamental y estratégico sin duda no habríamos podido enfrentar a la delincuencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos.”
También, en su alocución de 40 minutos, el presidente anunció el reparto gratuito de 25 títulos de obras de destacados historiadores y escritores mexicanos, con un tiraje total de 2 millones 100 mil ejemplares. Dio lectura a la lista de las obras, entre ellas, El Laberinto de la Soledad, de Octavio Paz; Las Crónicas de Amor de Historia y de Guerra de Guillermo Prieto; Balún Canán, de Rosario Castellanos; Canek, de Emilio Abreu Gómez; Paseo de la Reforma, de Elena Poniatowska; Los de Abajo, de Mariano Azuela; La Sombra del Caudillo, de Martín Luis Guzmán; Río Subterráneo, de Inés Arredondo, entre otros.