Ciudad de México. Maestros jubilados y pensionados señalaron que la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJCN) que establece el cobro de las pensiones y jubilaciones en unidades de medida y actualización (UMA) no sólo es una acción inmoral, sino regresiva, porque afecta derechos ya conquistados para todos los trabajadores y nos condena a una vida de miseria.

En entrevista, Lucio Justo, Gonzalo King, Ignacia Tolentino, Renaud Hernández, José González Figueroa y Juan Manuel Cisneros, integrantes del Movimiento Nacional Democrático de Jubilados, Pensionados y Activos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), destacaron que estamos listos para reorganizarnos, porque no por viejos dejaremos de luchar.

Anunciaron que en mayo próximo, una vez que la mayoría de los adultos mayores estén vacunados, vamos a volver a salir a las calles, y echar abajo esa sentencia, sea por una reforma legislativa o por el medio que sea.

Por ello, exhortaron a maestros en activo, jubilados y pensionados a impulsar una gran plataforma de organizaciones que luchen contra este atropello y anunciaron que este 17 de abril se convocará a una reunión virtual nacional de pensionados y jubilados.

Renaud Hernández destacó que la decisión de la SCJN no sólo impone el criterio más dañiño para los trabajadores, también violenta el artículo 217 de la Ley de Amparo, así como el convenio 102 sobre Seguridad Social suscrito por México ante la Organización Internacional del Trabajo, en el que se establece que el pago al trabajador debe ser en salarios mínimos, además de que la sentencia viola los derechos de progresividad, pues los derechos adquiridos no pueden reducirse, sólo incrementarse.

La brecha salarial con la que se pretende castigarnos, aseguró González Figueroa, es pagar una UMA a 89.62 pesos, cuando el salario mínimo vigente es de 141.70 pesos, hay una diferencia de 52 pesos, que se irá haciendo más grande conforme pase el tiempo y estimamos que en unos años nuestras pensiones serán, en el mejor de los casos, de dos salarios mínimos.