Beirut. Un centenar de madres de familia se manifestaron este sábado en la capital libanesa, Beirut, contra la clase dirigente, en un país sumido en una profunda crisis económica y política.
"Ustedes nos robaron nuestro dinero y el futuro de nuestros hijos", rezaban varias de las pancartas que portaban las mujeres, vestidas de negro o de blanco, y algunas acompañadas por sus hijos.
Este domingo se celebraba el día de la madre en Líbano y una pancarta proclamaba: "el regalo más hermoso es que ustedes se larguen".
La marcha partió de la simbólica avenida "Bechara el Khoury", situada en la antigua línea de demarcación que separaba la capital durante la guerra civil (1975-1990) y atravesó varios barrios hasta el puerto de Beirut, epicentro de una explosión que dejó más de 200 muertos en agosto, y que fue imputada a la negligencia de las autoridades.
"Son todos unos criminales de guerra, señores de la guerra", lanzó a la AFP Nada Agha, en alusión a los dirigentes actuales, varios de los cuales encabezaban milicias armadas durante la guerra civil.
Hace treinta años "que se reparten el pastel [...] y han terminado por hacer que estallemos, nos roban nuestro dinero. ¡Queremos que se vayan!", agregó.
Para Petra Saliba, una manifestante de unos 50 años, "no hay solución posible mientras sigan en el poder".
"Queremos destruirlos como nos han destruido ellos a nosotros", sostuvo.
Desde el otoño de 2019, Líbano es presa de una crisis financiera inédita que ha llevado a los bancos a imponer unas restricciones draconianas a los clientes.
La moneda nacional ha perdido casi el 90% de su valor en el mercado negro y decenas de miles de personas perdieron su trabajo. Según la ONU, el 55% de los más de cuatro millones de libaneses viven bajo el umbral de la pobreza.
El gobierno actual, que gestiona los asuntos del día a día, dimitió en agosto, tras la explosión. Sin embargo, desde entonces no se ha formado ningún nuevo Ejecutivo.