Ciudad de México. El posicionamiento de El Vaticano en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo –por considerar que Dios “no puede bendecir el pecado”—deja ver la existencia de un “frente” conservador dentro de la Iglesia católica que se resiste a las políticas de apertura del Papa Francisco, señaló Bernardo Barranco, experto en temas de religión.
A pesar del aval del pontífice a este tipo de uniones en el ámbito civil, la llamada Congregación para la Doctrina de la Fe dejó claro en su comunicado del lunes que el sacramento del matrimonio religioso no está permitido para las parejas del mismo sexo, lo cual técnicamente no significa una contradicción.
Sin embargo, ambas posturas sí muestran “dos actitudes y dos estados de ánimo cultural diferentes: la de Francisco es una actitud abierta, sensata y sensible a los cambios de la sociedad, y la de la Congregación es de intolerancia y cerrazón” ante dicho fenómeno, apuntó Barranco.
De acuerdo con el experto, la negación del matrimonio para los grupos de diversidad sexual bien puede ser un mensaje para la Conferencia del Episcopado de Alemania, en donde están ganando terreno “posturas audaces” en materia del rol de la mujer en la Iglesia, el aborto, la eutanasia y las uniones religiosas entre personas del mismo sexo.
Asimismo, la mencionada declaración deja ver que al interior de El Vaticano existe un “frente anti-Francisco” integrado por diversas facciones conservadoras que se oponen a lo que significa la llegada de Jorge Bergoglio a la Santa Sede.
“Francisco --que ha mostrado mucha apertura en temas de la familia, el rol de la mujer en la Iglesia, los divorciados vueltos a casar y los matrimonios igualitarios--, ha encontrado una feroz oposición de la vieja curia romana y muchos sectores conservadores de Europa y América del Norte, de tal suerte que el Sínodo de la Familia en 2015 tuvo actos de sabotaje”, enfatizó.
En la mencionada cumbre, rememoró el experto, se dio a conocer una carta de 15 cardenales –entre ellos el de México, Norberto Rivera--, en la que se le exige “mesura” a Francisco en diversos temas.
“A ocho años de su pontificado, Francisco ha enfrentado una oposición muy poderosa, con mucho financiamiento, rancia y aristocrática, que lo ve como algo equivalente a un cura de pueblo y piensa que un Papa no puede gobernar con homilías pueblerinas. Es una oposición muy feroz, pero felizmente Francisco ha resistido, y tras este viaje a Irak, sale fortalecido como figura de paz, sólida a nivel internacional, y esto le fortalece frente a sus enemigos”, señaló.
Declaraciones vaticanas “legitiman crímenes de odio”
Por su parte, Jaime López Vela, fundador del colectivo Agenda LGBT, consideró que este aparente cambio discursivo sobre el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo “es un atentado más contra las poblaciones de la diversidad sexual en todo el mundo”, que manda un “mensaje desolador” en un entorno de pandemia en el cual se esperaba una postura de compasión y solidaridad con los sectores más desprotegidos y victimizados.
“El gran riesgo es que este discurso legitima agresiones y crímenes de odio, porque lejos de llamar a la solidaridad, la igualdad y la libertad, lo que está haciendo (la Iglesia católica) es arrogarse una vez más el derecho de definir quiénes somos legítimos y quiénes no”, lo cual seguirá incidiendo en la pérdida de fieles de dicho culto.
Luego de recordar que hay investigaciones periodísticas sobre el carácter homosexual de buena parte de la jerarquía de El Vaticano, López Vela hizo ver que esta actitud de “hipocresía” es uno de los factores que le ha restado feligreses al catolicismo.
“El Inegi dice en su último censo que la población católica va a la baja en México, y es por esta disociación de la jerarquía católica con respecto a la realidad social. Eso lleva a que la población vea con menos gusto su participación en las iglesias en general, porque su doble discurso los hace perder adeptos”, dijo.