Sao Paulo. Mientras el COVID-19 sigue haciendo estragos en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro eligió el martes a su cuarto ministro de Salud, en este caso el titular del colegio de cardiólogos, quien en el pasado se ha pronunciado a favor del mandatario conservador.
Marcelo Queiroga reemplazará a Eduardo Pazuello, un general en actividad experto en logística que asumió en mayo a pesar de su falta total de experiencia en salud.
Queiroga dijo en conferencia de prensa en Brasilia el martes que la política que aplicará para el COVID-19 “es la del gobierno de Bolsonaro, no la del ministro de Salud”, insinuando que seguirá los pasos de su predecesor.
“Vine a trabajar para Brasil y otros ministros del gobierno de Bolsonaro. El presidente está muy preocupado por la situación”, dijo Queiroga, y subrayó que se opone a las medidas de cuarentena. Algunas ciudades brasileñas están aplicando cuarentenas muy estrictas para detener la transmisión.
La rápida sucesión de titulares de Salud refleja las dificultades que enfrenta el país más grande de Latinoamérica para aplicar medidas eficaces contra la transmisión del virus, o siquiera para acordar las medidas necesarias.
Queiroga ha dicho que Bolsonaro es “un gran brasileño”. Sus canales en redes sociales no han criticado el manejo de la pandemia por el presidente y han promovido una rápida campaña de vacunación.
João Gabbardo, un ex secretario ejecutivo del ministerio, dijo en Twitter que Queiroga enfrentará las peores cifras de la pandemia en Brasil.
“La cifra récord de muertes hoy será en una alta escala. Una sugerencia: no se pronuncie contra una cuarentena nacional”, dijo Gabbardo, actualmente funcionario del gobierno estatal de Sao Paulo.
Pazuello reconoció el lunes en conferencia de prensa que Bolsonaro iba a reemplazarlo. La candidata inicial, la cardióloga Ludhmila Hajjar, rechazó el puesto.