Sídney. El nuevo secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann, es un político australiano relativamente desconocido, que generó cierta controversia por su posición sobre el cambio climático, considerada escéptica.
Cormann, el exministro de Economía australiano que más tiempo estuvo en el cargo, se convirtió a sus 50 años en el sucesor a partir de junio del mexicano Ángel Gurría al frente de ese organismo internacional con sede en París.
El australiano es la primera persona de la región Asia-Pacífico que logra el principal cargo de esa organización y lo hace en medio de una de las peores recesiones globales jamás registradas.
Pero fueron sus posiciones sobre el cambio climático las que acapararon titulares antes de su nombramiento.
Decenas de grupos ecologistas afirmaron que Cormann no debería haber sido considerado para dirigir la OCDE, citando declaraciones suyas en las que cuestionaba el calentamiento global.
Greenpeace expresó su "desmayo y enfado" ante el nombramiento.
Sin embargo, el aludido se defiende, asegurando que "para que la acción sobre el cambio climático sea efectiva, se necesita un enfoque ambicioso y globalmente coordinado".
Figura influyente entre telones del Partido Liberal (centro-derecha) en el poder, el político australiano abandonó el Parlamento el año pasado.
Su candidatura para el puesto de secretario general de la OCDE causó sorpresa, aunque al final consiguió desbancar tanto a la sueca Cecilia Malmström, ex comisaria europea de Comercio, como a otros ocho aspirantes.
La OCDE trabaja para impulsar el crecimiento económico y el comercio internacional y sus 37 países miembros representan el 60% de la producción económica mundial.
Cormann afirmó que el cambio climático era uno de los retos clave a los que tendría que enfrentarse el grupo cuando anunció su candidatura el pasado año, junto con la educación y la "reducción de las diferencias en política fiscal".
Sin embargo, en el pasado, colaboró en una campaña para tumbar un sistema de fijación de precios a las emisiones de carbono en Australia, con el fin de reducirlas, y fue uno de los miembros del gobierno que descartó ese programa en 2014.
Diplomacia "jet set"
Nacido en la localidad belga de Eupen, Mathias Cormann habla inglés, alemán, francés y neerlandés.
Estudió Derecho en Bélgica antes de migrar a Australia en los años 1990, donde hizo carrera en el Partido Liberal.
Pese a haber pasado más de una década en el Parlamento de Australia, donde ocupó la cartera de Finanzas durante siete años, no es muy conocido en su país.
Sin embargo, goza de una notable influencia en su partido y fue clave en la victoria del actual primer ministro, Scott Morrison, al ayudar a desbancar al anterior mandatario australiano, Malcolm Turnbull.
En febrero, Morrison dijo a la asociación de periodistas National Press Club de Australia que había nominado a Cormann, en parte, porque la "cooperación entre democracias de talante liberal (...) nunca ha sido tan importante como lo es hoy".
"Mientras el mundo lucha para recuperarse del covid-19, este grupo (...) tiene un papel fundamental que desempeñar para mantener los mercados abiertos", agregó.
Durante la campaña, Cormann generó cierta controversia en Australia cuando se supo que estaba usando un avión de la fuerza aérea para viajar a Europa y defender su candidatura.
Sin embargo, el gobierno australiano afirmó que el uso de ese tipo de avión era necesario porque si Cormann hubiera utilizado aviones comerciales, se hubiera expuesto al covid-19.