Kano. Los padres de al menos 39 estudiantes secuestrados el jueves por la noche por hombres armados en el norte de Nigeria, donde aumentan estos secuestros masivos, seguían el viernes por la tarde sin noticias de sus hijos.
Hombres armados invadieron una escuela en Afaka, en las afueras de Mando, ciudad del estado de Kaduna, hacia las 23H30 hora local (22H30 GMT) del jueves.
En el momento del ataque, unas 200 personas, estudiantes -de 17 años o más- y sus profesores, fueron secuestradas, según las autoridades locales.
Pero alertadas rápidamente, las tropas cercanas del ejército nigeriano intervinieron y se enfrentaron con los bandidos, según un comunicado del ministerio del Interior regional.
"Los soldados consiguieron rescatar a 180 personas: 42 alumnas, 8 miembros del personal y 130 alumnos", precisa el comunicado.
"El número de personas que siguen desaparecidas son 39, 23 mujeres y 16 hombres", dijo posteriormente el ministerio.
El viernes por la tarde, las fuerzas de seguridad patrullaban las calles de la ciudad, con el despliegue incluso de un avión de combate, informaron a la AFP por teléfono periodistas locales y residentes.
Todavía no ha sido posible recabar los testimonios de las 180 personas rescatadas, que siguen en un campamento militar cercano a la escuela.
Los padres de los jóvenes cautivos se agolpaban en el exterior, esperando obtener más información de las autoridades.
Como Helen Sunday, cuya hija de 21 años "está en manos de los secuestradores", dijo. "Llevo esperando noticias de mi hija desde esta mañana, no he comido desde entonces".
"No sé en qué condiciones están reteniendo a mi hermano sus captores, eso aumenta mi ansiedad", indicó por su parte Denis John, que pidió al gobierno que pusiera fin a los secuestros de estudiantes.
"Es inaceptable que los padres envíen a sus hijos a la escuela sólo para que sean secuestrados por delincuentes", insistió.
Ánimo de lucro, sin ideología
Se trata del cuarto ataque a una escuela en menos de tres meses en el noroeste y centro de Nigeria, donde los grupos criminales, llamados "bandidos" por las autoridades, llevan una década atacando aldeas, robando ganado y organizando secuestros para obtener rescates.
La ciudad de Mando es un objetivo frecuente de estos grupos criminales que llevan a cabo robos a mano armada, especialmente a lo largo de la carretera que une la ciudad con el aeropuerto de Kaduna.
En 2020, los grupos criminales mataron a más de 937 personas, secuestraron a mil 972 y robaron casi siete mil 195 cabezas de ganado sólo en el estado de Kaduna, según las autoridades locales.
Pero otros estados fronterizos también son el objetivo de estas bandas, que actúan con ánimo de lucro, y en principio sin motivación ideológica.
En los últimos meses, estos bandidos han multiplicado sus ataques a las escuelas, provocando un gran revuelo en todo el mundo.
El 26 de febrero, 279 adolescentes fueron secuestradas en un internado del estado de Zamfara y liberadas cinco días después.
En respuesta a los secuestros, muchos estados han tomado la decisión de cerrar temporalmente los internados, y en algunos casos, como el estado de Níger, en el centro-oeste del país, todas las escuelas durante al menos dos semanas.
El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, ha sido objeto de crecientes críticas debido a la inseguridad en el noroeste del país. El jueves, pidió a los oficiales del ejército que golpearan "más fuerte" para reprimir la delincuencia en la región.