Cuatro policías estatales fueron ultimados a balazos y sus cuerpos incinerados, luego de enfrentarse este jueves con presuntos integrantes del crimen organizado –quienes viajaban en un convoy de varios vehículos-, en la comunidad de Chupaderos, municipio de Villa de Cos, Zacatecas, a 50 kilómetros de la capital del estado.

Tras el ataque, más de 200 policías estatales e integrantes de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, junto con el apoyo de dos helicópteros, desplegaron un operativo de búsqueda que derivó en dos enfrentamientos más, uno en la comunidad de El Tepozán, y el otro, en la localidad de El Barril, municipio de Villa de Ramos, en San Luis Potosí.

Luego del choque armado con los presuntos delincuentes en El Tepozán, fueron abatidos dos sicarios, y seis más fueron desarmados y detenidos, por los integrantes de las corporaciones policiacas.

Ante la falta de elementos municipales en 40 de los 58 municipios del estado de Zacatecas, integrantes de la Policía Estatal Preventiva (PEP), han sido asignados por la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas (SSPZ), para realizar labores de seguridad y vigilancia en esas demarcaciones.

Los cuatro policías estatales comisionados circulaban a bordo de una patrulla municipal, en la comunidad de Chupaderos, cuando fueron atacados.

Alrededor de las 14:00 horas, cuando los agentes estatales Carlos Emilio De la Cruz López; Julio César Esparza Amaya; Alexander Ceballos Soriano y Juan Francisco Quintero Muruato, circulaban por la localidad citada, cuando se encontraron con el grupo de hombres armados, produciéndose el enfrentamiento pero superados por los agresores los oficiales fueron abatidos.

Los delincuentes despojaron a los policías de sus armas largas de cargo, y le prendieron fuego a la patrulla, en cuyo interior estaban los cadáveres de los elementos policiacos que quedaron calcinados.

Con el apoyo de dos helicópteros, uno de la Guardia Nacional y el otro de la SSPZ, se ubicó el desplazamiento del convoy armado, en la población de El Tepozán, municipio de Panuco, Zacatecas, donde al arribo de policías y militares, se localizaron dos camionetas, una tipo pick up y otra cerrada, que tenían múltiples impactos de arma de fuego y rastros de sangre.

Ahí se ubicaron dos casas de seguridad, donde fueron detenidos seis de los presuntos delincuentes y dos civiles más, que ya se encontraban sin vida, producto de las heridas que sufrieron en los enfrentamientos con los policías estatales. Se decomisaron 6 armas largas y 3 cortas, así como dos granadas de fragmentación, y se recuperaron las 4 armas largas de cargo, de los policías abatidos.

Otros integrantes del grupo delincuencial -no identificado por las autoridades-, huyeron hacia la comunidad de El Barril, ya en territorio potosino, donde fueron interceptados por otros policías y militares, con quienes también se produjo una refriega, ignorándose si hubo detenidos o muertos.

Este es el cuarto enfrentamiento armado en una semana, entre corporaciones de seguridad pública, estatales y federales, contra presuntos integrantes de cárteles de las drogas. El primero ocurrió el jueves 4 de marzo, en el municipio de Nochistlán, dejando como saldo un policía municipal muerto y dos militares heridos; el segundo se produjo la noche del viernes 5 de marzo en la cabecera municipal de Jerez, oficialmente sin fallecidos y heridos, y el tercer choque armado, se produjo el miércoles 10 de marzo, entre las localidades de Nochistlán, Zacatecas y Yahualica, Jalisco.

Por otra parte, trascendió que en otra región de Zacatecas, en el municipio de Valparaíso –en los límites con el estado de Jalisco-, se produjo otro enfrentamiento (el quinto de la semana), entre policías estatales y presuntos criminales, desconociéndose el saldo de la reyerta armada, al cierre de esta edición.

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