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Clase media, la más afectada por la crisis de Covid-19: Banco Azteca

10 de marzo de 2021 06:05

Ciudad de México. La crisis que provocó la pandemia de Covid-19 no afectó principalmente a las personas de menores ingresos; al contrario, mostró que pueden adaptarse a cualquier situación. Sin embargo, el grupo de ingresos medios es el más afectado por la coyuntura, considera Alejandro Valenzuela, director general de Banco Azteca, propiedad del Grupo Salinas.

Asegura que haber abierto todos los días de 2020 y tener a los trabajadores en las sucursales, incluso durante los meses más críticos del confinamiento, “fue la decisión correcta”.

En una entrevista con La Jornada, previo a la 84 Convención Bancaria que se realiza esta semana, reconoce que la institución percibe ingresos por la entrega del dinero de los programas sociales del gobierno, dado que el banco funge como un prestador de servicios y cobra “por el manejo de los programas, porque nos cuesta el personal”.

—¿Qué pasó en la pandemia con el sector popular?

—Qué este sector tiene una enorme adaptabilidad y eso nos ha permitido observar que a pesar de la contracción económica que tuvo México el año pasado, y que no tiene precedente hasta la década de 1930, demuestra que las personas pudieron hacerle frente a esta situación tan complicada.

“Si vemos la evolución de la cartera de Banco Azteca sorprende principalmente dos cosas, un crecimiento de la cartera de consumo de más de 20 por ciento; con una contracción económica de 8.5 por ciento, es realmente impaciente lo que pasó ahí”.

“Por otro lado, cuando el sector financiero gubernamental, Hacienda, Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores promovieron el congelar la cartera de crédito por hasta seis meses para ayudar a los bancos y los clientes y darles oxígeno en un periodo de enorme incertidumbre. Con una crisis económica aunada a la de salud, nosotros no tuvimos que congelar la cartera, porque los clientes no lo demandaron, de hecho, solamente nos lo pidieron el cuatro por ciento de los clientes, quiere decir que el 96 por ciento de los millones que tienen una cuenta con nosotros siguieron trabajando con “una cierta normalidad”, y eso es destacable e increíble, fuimos el único banco en esas circunstancias”.

“Teníamos que meter a la congeladora parte de la cartera y eso no fue necesario y se comportó la cartera con una relativa estabilidad con respecto al periodo previo a la crisis de Covid-19, eso es inédito”.

“Es un sector que se adapta al cambio y con una enorme fortaleza pese a la crisis”.

—¿Qué pasó con el cuatro por ciento que solicitaron aplazar?

—Se lo dimos, le dimos los apoyos y de ese cuatro por ciento, solo la mitad dejó de pagar, es decir, de lo que congelamos, solo el dos por ciento sí se metió en problemas de cartera. No por congelar se resolvió el problema.

—¿Ustedes ya ven una recuperación en el sector que atienden?

—Hemos visto una recuperación, mucho dinamismo, si este año el crédito crece a las tasas que el año pasado significa que se está sosteniendo.

“Primero, no se vio tan afectado el sector popular, porque todos nos vimos afectados, pero puede ser el caso probablemente la clase media mexicana; segundo, si tienes tu propio changarrito, tu propia forma de operar y te sostienes, por decir, si antes vendías fundas de celulares y ahora vendes mascarillas te pudo ir bien; si tenías una moto y decidiste entrar a repartir comida o ser mensajero te pudo ir bien, hay muchas labores que con esa capacidad de adaptabilidad y se pudo salir adelante. Pero hay personas que estaban en restaurantes y hoteles y se vieron afectados, y si no se pudieron mover a otra actividad con rapidez, habrá que ver la capacidad de resistencia”.

“Muchos pueden adaptarse pero no necesariamente todos, y ahí hay un tema claro sobre el empleo que habrá que recuperarse en los meses que vienen, que tengan un ingreso y puedan recuperar su vida”.

“Hay que ver por segmentos y regiones, porque el país se vio impactado de manera muy diversa por esta crisis, si estabas en una empresa de maquila, se tuvo que parar en algún momento, porque los insumos por problemas de logística se complicaron en el mundo y todo ello tuvo un impacto”.

—Hace un año hablamos que el país está en deuda con la pobreza, por la pandemia se habla que esto se incrementó ¿Cómo se ve ahora este tema?

—La deuda con la pobreza es de largo plazo y tenemos que reducirla, lo importante es que la dinámica con las brechas entre los que más tienen y los que más necesitan sea menor cada día.

“Sí, hubo capacidad de cambio para mantenerse pese a la adversidad, pero hay que ver cómo se manifestaron las brechas”.

“Probablemente la clase media mexicana es la que más está sufriendo, porque el asalariado, el que trabajaba productivamente en una industria que se vio afectada, se quedó sin empleo y si no se pudo resolver esto con cierta rapidez, hoy en día es una persona con problemas económicamente hablando. Habrá que sumar y restar para ver que pasó en México”.

—Como distribuidor de los programas sociales del gobierno ¿Banco Azteca recibe algún beneficio económico?

—Somos el banco que más distribuye estos programas porque tenemos la red que así lo permite, es una red muy extensa y que cuesta mucho dinero de operar, que ha ayudado a poder hacerle llegar esos recursos a muchos millones de mexicanos que de otra manera no se podrían hacer llegar.

“Eso implica un costo y ese costo se tuvo que pactar en su momento con Hacienda, le toca a ello divulgar los términos, no a nosotros”.

“Una cosa es el ingreso, otra el gasto y otra la utilidad. Sí tenemos algunos ingresos por el manejo de los programas, porque nos cuesta el personal, la logística de llevar el dinero a todos los lugares, nos cuesta la luz, nos cuesta generar la plataforma para operar esto, no es gratuito, hay que pagar los salarios”.

“Si a eso que tenemos le restamos lo que nos cuesta operar esto, la realidad es que no ganamos un centavo; pero apostamos a dos cosas: a la petición del presidente de apoyar, somos un banco mexicano que tenemos que apoyar, pero tenemos que buscar que esto sea manejable, si no tuviéramos ese ingreso no podríamos manejar el gasto y por ende no habría manera de hacerlo”.

“Pero la apuesta es dar servicios financieros a más clientes y es una tarea más difícil, porque muchos de los beneficiarios de programas sociales van a la ventanilla de Banco Azteca simplemente por su dinero, nada más, y nos e les cobra un centavo de comisión, no cobramos comisiones a diferencia de la banca mexicana y al no cobrar comisiones, el pacto que se hizo con Hacienda fue cobrar lo necesario para cobrar la operación”.

—¿Cuánto le costaría al Banco del Bienestar operar estos programas? ¿Eso está en los recursos públicos y hay que comparar los costos de oportunidad? ¿Si queremos ser más estrictos, cuánto rinde un peso invertido con un banco como Azteca a otro como el Banco del Bienestar en un momento dado?

—Nos hace falta más presencia para poder dar servicios financieros a todos los mexicanos, no es un tema de competir, es ver cómo nos complementamos y como damos una mejor oferta a todos aquellos que reciben servicios de agiotistas, para lograr que exista un circuito correcto de ahorro y ese ahorro se pueda canalizar bien a la inversión en muchas comunidades, ahí está la relevancia de esto.

“Es un orgullo operar todos los días del año pasado, no paramos la operación, nuestra gente ha estado al frente del cañón, partiéndose el pecho y haciendo las cosas como dios manda, dándole la cara al cliente, apoyando estos programas”.

—¿Fue socialmente responsable pedir a los trabajadores estar todo el tiempo en las sucursales durante los meses críticos de la pandemia?

—Tomando las medidas de higiene y tomando todas las precauciones, fue socialmente responsable porque pudimos lidiar con el Covid-19. Esta es una organización que no ha tenido más contagiados o más gente que ha fallecido que otras que se han aislado completamente, porque no sabemos cómo llega este virus.

“Si uno está aislado y sale al mercado y lamentablemente se quita la mascarilla un segundo o tiene un descuido, aunque esté aislado se pega el virus, no sabemos cómo llega”.

“Hay algo que omitimos, preservamos la fuente de empleo de nuestra gente y esa batalla decirla es muy fácil, a ninguno de ellos les faltó una sola quincena, a ninguno de ellos les faltó el sustento para mantener a sus familias con el arduo trabajo que hacemos todos los días”.

“Claramente hay una crisis sanitaria y hay la opción de irse a encerrar o hay la opción de cuidarse y salir adelante, como la vida no la podemos parar, a la luz de los hechos y la película que estamos viendo, tomamos la decisión correcta”.

“Ha sido muy criticado y a muchos generó un enorme nivel de incertidumbre y de temor más que justificado, pero al final del día, el haber parado esta operación no solo hubiéramos perdido la organización, el efecto en cadena que esto hubiera dejado es brutal, el banco tiene más de 50 mil personas trabajando, si pensamos que cada familia mexicana tiene en promedio cuatro familiares, hablamos de la economía de 200 mil individuos que tienen un sustento importante en lo que hacemos, si a eso le sumo la cantidad de clientes que dependen de lo que hacemos todos los días, que son cerca de 20 millones, para que seguir con la discusión”.

“Todo es criticable, todo es mejorable, pero hicimos lo que teníamos que hacer”.

—¿El Banco Azteca planea establecer una corresponsalía con un banco en Estados Unidos para manejar sus dólares?

“Tenemos un corresponsal en Estados Unidos, de hecho tenemos varios, pero el problema no es si tenemos o no, es que año con año, muchos bancos norteamericanos nos han venido cerrando el camino a los bancos mexicanos, no solo a Banco Azteca”.

“En 2008, en otro banco mexicano, estaba ese problema, los bancos estadounidenses por razones de riesgo empezaron a tomar directivas de no querer saber de países donde ellos podían tener un riesgo o que no pudieran gerenciar y muchos prefirieron decir “no quiero saber nada de ti” a tratar de trabajar algo”.

“Era la solución más sencilla, particularmente porque los estaban multando por otras actividades que no tenían nada que ver con lo que hacían con nosotros, se metieron en tranzas, malos manejos, particularmente la crisis de 2008 y 2009 que los llevaron a radicalizarse y nos cerraron el camino”.

“En 2008 fui a ver a las autoridades regulatorias para decirles que nos cerraban la llave y lamentablemente no se hizo mucho, o lo que se hizo no se vio. Varios años después tenemos el mismo problema y la banca extranjera mexicana no tiene problema porque ellos tienen sus corresponsales naturales”.

“Si soy Banamex, tengo Citi al otro lado; si soy HSBC lo tengo del otro lado, el mismo caso con Scotiabank, y lo mismo con la banca española. En cambio, si soy un banco mexicano, tengo que ir a buscar y si por razones políticas o de manejo de riesgo decido desintermediarme, nos pone en un problema y en un predicamento”.

“El enfoque que se la hado es erróneo, no es un tema de la Autonomía del Banco de México o referente al banco central, es un tema que atañe que México recibe entre 5.5 y seis mil millones de dólares al año, líquidos, que no podemos regresarle al país emisor y si se lo podemos regresar es con muchas restricciones. Basta subrayar que el presidente se volvió sensible a este tema cuando varios cientos de millones de dólares, entre 400 o 600 millones, el gobierno mexicano había incautado de actividades probablemente delictivas y no lo pudo exportar a Estados Unidos, lo tuvo que llevar a Canadá porque los bancos estadounidenses no lo querían aceptar”.

“Después de la emisión de un dinero, no hay dinero más propio, más limpio, que el dinero incautado por un gobierno, porque justamente ya lo limpiaron; que México no pudiese exportar estos recursos e ir a Canadá demuestra el tipo de problemas que estamos viviendo”.

“Se involucró el Banco de México porque tiene un mandato de hacer ciertas transacciones financieras que están ahí, por eso se desvió la atención del problema, pero no queremos que el Banco de México pierda o se vea afectada su autonomía, el banco central es uno de los grandes logros que hemos tenido en este país, pero por otro lado no resolvemos el tema de fondo que es poder regresar los dólares legítimos emitidos por los estadounidenses a su país, y es ahí donde está debate y las autoridades mexicanas durante todos estos años han hecho muy poco al respecto”.

“Celebro la iniciativa de Hacienda de buscar por medio del Banco del Bienestar, los consulados y la banca un conducto para resolver el tema, ojalá lleguemos a buen puerto rápidamente”.

“No hemos tenido problemas exportando dólares, pero si vemos la película, es una que cada vez se nos hace más difícil, nos están cerrando el camino de manera arbitraria”.

—¿Banco Azteca forma parte de los litigios que Grupo Salinas tiene actualmente con el SAT?

—El banco está al corriente de los que tiene que saldarse con el SAT, hay algunos litigios que están pendientes y son temas que se litigan en su propia esfera y su propia dinámica de acuerdo a lo que nos mandata la ley a todos y nosotros cumplimos cabalmente con la ley.

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