Mexicali, BC. La Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena ratificó a Ismael Burgueño como representante del Comité Ejecutivo Nacional en funciones de presidente en Baja California y desconoció una asamblea donde se eligió de manera ilegal a una nueva dirigencia promovida por el gobernador Jaime Bonilla.
También confirmó en su cargo a Rafael Figueroa Sánchez en la presidencia del Consejo Político Estatal, de acuerdo al expediente CNHJ-BC-527/2020.
El órgano partidista revocó la convocatoria del 4 de septiembre de 2020 y declaró nulos los acuerdos adoptados el 14 de septiembre en la que consejeros estatales, vinculados al gobernador Jaime Bonilla Valdez, desconocieron a Burgueño y a Figueroa para imponer a César Castro como presidente del Comité Directivo Estatal.
El sentido de esta resolución de la CNHJ era esperado por el bonillismo, toda vez que su intención era ganar tiempo para permitirles colocar los candidatos a las elecciones de alcaldes, regidores y diputados.
El propio gobernador Jaime Bonilla justificó los acuerdos de esa asamblea al rechazar la designación desde el centro del país de dirigentes partidistas. No permitiré que la dirigencia nacional de Morena nuevamente imponga delegados y dirigentes en Baja California, advirtió al tiempo de señalar que el nombramiento de Burgueño era una imposición del CEN morenista.
En septiembre de 2020, Bonilla presionó a los consejeros estatales para que firmaran un documento a través del director de Participación Ciudadana de la Secretaría de Educación, Julio Rodríguez Villarreal, sancionado por violencia política contra una mujer por razones de género.
De hecho, de acuerdo a consejeros políticos, el mismo Julio Rodríguez es quien planteó la estrategia de destitución del dirigente para posibilitar la designación de candidatos a puestos de elección popular.