Buenos Aires. "Yo no les voy a pedir mi sobreseimiento, les voy a pedir que apliquen la Constitución, que apliquen los códigos de fondo y de forma. Está todo escrito, tienen que aplicar la ley, apliquen la ley”, fue la frase final de un contundente discurso en el que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner desnudó los manejos ocultos de un sistema de judicialización política persecutorio mediante causas armadas, en su alegato vía Internet ante la Sala 1 de la Cámara de Casación Penal, que le denegó el derecho de su presentación directa para su defensa.
En un momento crítico para el sistema judicial por gravísimas irregularidades, el alegato de Fernández de Kirchner tuvo alcances internacionales y fue considerado por varios analistas locales como una “cátedra sobre el lawfare” en la exposición que duró casi 50 minutos.
Recordó a los jueces que “no tienen que inventar nada, aplicar la ley que es lo que vengo reclamando desde siempre no solamente en un ejercicio donde se articulan con los medios de comunicación para decir lo que no es o para tener pruebas que no existen en ninguna parte del expediente”.
Ante la negativa de Casación a su presencia directa explicó que en “ los juicios orales, la oralidad en materia penal implica derechos y garantías también para los acusados(…) entendiéndose como la forma de conseguir un debate transparente propio de las sociedades democráticas en que las partes se ven las caras y quienes deciden dar el litigio, dan la cara. Esto fue lo que motivó mi insistencia en la presencialidad que me fue denegada por este tribunal”.
Analizó punto por punto el desarrollo y el contexto en que transcurrió esta causa desde 2015, en un lenguaje claro y preciso, demoliendo falsificaciones en el expediente judicial por supuestas irregularidades en la compraventa de dólar a futuro, una decisión tomada por el Banco Central de la República Argentna (BCRA) a fines de su segundo mandato en 2015.
En su alegato la vicepresidenta aseguró que la causa conocida como dólar futuro se “manipuló al calor del proceso electoral”, y se convirtió en una maniobra y manipulación mediante la cual el poder judicial incidió abiertamente en la segunda vuelta de las elecciones ayudando al triunfo de Mauricio Macri. Incluyó esto el allanamiento ordenado por el juez Claudio Bonadio (perseguidor permanente de la ex mandataria) al Banco Central en medio de una conferencia y en horario bancario a sólo cinco días cinco de la segunda vuelta. "Ustedes, el Poder Judicial, contribuyeron a que ese gobierno ganara las elecciones", afirmó.
Además quedó establecido que no hubo ningún beneficiado por esta medida entre los funcionarios o amigos de su gobierno, pero sí y con la posterior devaluación provocada por la gestión de Macri fueron todos amigos del ex mandatario y ex funcionarios, como Mario Quintana, ex vicejefe de Gabinete de Marcos Peña, entre otros los que ganaron cifras millonarias. “Llegaron al gobierno, devaluaron, usufructuaron la devaluación en los contratos de dólar futuro y los que estamos acusados somos nosotros, que desendeudamos el país y pagamos la deuda al FMI (Fondo Monetario Internacional) (…) Hubo ganancias en el balance del BCRA", sostuvo la ex mandataria, pero los indicadores económicos y el valor del dólar se fueron "al demonio" con la gestión de Alfonso Prat Gay, en Hacienda en el gobierno macrista.
"Ustedes también son los responsables, el Poder Judicial. No miren para otro lado, porque ustedes son responsables. Hoy Prat Gay da clases en Columbia y el que nos endeudó (Macri) va a ver partidos de futbol en Qatar. Y Axel Kicillof (ex ministro de Economía y actual gobernador de la provincia de Buenos Aires) y yo estamos aquí”, sostuvo, demoliendo la débil y vergonzosa construcción de una causa que, desde su origen, estaba vaciada de todo contenido jurídico, y fue atando cabos y lazos entre los laberintos de jueces, fiscales, medios de comunicación, poder político y económico, sin dejar dudas.
“¿Cómo que no tiene que ver? Que se despabilen los argentinos de una buena vez por todas. El Poder Judicial incide todos los días en la vida de los argentinos. En las mujeres que masacran en femicidios espantosos cuando ustedes, como jueces y fiscales, se quedan sentados y “no pasa nada”. Y no hacen nada. En los que quieren justicia porque tienen recursos presentados en quiebras como describió muy bien el presidente en el mensaje del 1 de marzo, cuando habló, claramente, de cómo incide el Poder Judicial en la vida de la gente”, añadió.
Comparó el caso dólar a futuro con lo sucedido con el escándalo del préstamo del (FMI) y las consecuencias de esta situación que ha estallado en estas horas.
“Este es el sistema que está podrido y perverso y que es necesario que todos pongamos el esfuerzo para corregirlo, para transformarlo. Porque no se puede seguir con un país donde nos vienen a endeudar cada 20 años o cada 10 años viene uno, nos endeuda y después lo sobreseen y vuelve a hacer lo mismo. Esto es lo que está pasando y en esto tienen responsabilidad ustedes”, refiriéndose a los jueces.