Ciudad Juárez. Un juez de control del Poder Judicial del Estado de Chihuahua dictó sentencia de 34 años de prisión contra el sacerdote pederasta Aristeo Baca, luego de ser encontrado culpable de violación contra una niña.
El pasado viernes, un tribunal de tres jueces encontró al prelado penalmente responsable de la comisión de los delitos de abuso sexual y violación agravada.
Aristeo Baca de 76 años de edad, fue sentenciado a 34 años, 5 meses y 10 días de prisión por el juez comisionado a dictar la sentencia y aún queda pendiente definir si continúa en prisión domiciliaria o es ingresado al Cereso estatal como solicita la Ministerio Público que presentó el cargo y pruebas ante el panel de jueces.
Sobre este caso el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, expresó su punto de vista por el caso y dijo: “Con respecto a las leyes eclesiásticas, desde un inicio que se conoció el caso ya había tomado medidas cautelares en el ejercicio del ministerio sacerdotal. La Iglesia está haciendo su proceso canónico conforme corresponde al caso”.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua, a través del Ministerio Público, pidió al Juez la reubicación de la víctima de Aristeo Trinidad Baca por indicadores de riesgo que conocen.
La Trabajadora Social de la FGE, Patricia Contreras Jiménez, se presentó hoy a testificar para reforzar la petición que hacen al juez de 83 años de cárcel para el sacerdote y señaló “que la menor se encuentra en un nivel de riesgo alto de riesgo, a consecuencia de que el hecho se hizo público y se compartieron datos sensibles en algunos medios de comunicación, poniendo en riesgo la integridad de la familia”.
Ángel Hiram Vera, del área jurídica de la Comisión de Atención a Víctimas, precisó que “este cambio de domicilio y resguardo de identidad, se debe a que existen muchos seguidores del sacerdote que han visitado a la familia de la víctima en su domicilio y áreas de trabajo de manera hostigosa, luego que ella testificó contra el ahora culpable de abusarla”.
Mientras, Torres dio a conocer en de un comunicado, publicado en la página de Facebook, la posición de la diócesis respecto al juicio del sacerdote: “Agradecemos su interés ante esta situación penosa que vivimos como diócesis”.
El padre Baca fue declarado culpable de dos cargos de violación y uno de abuso sexual en perjuicio de una menor de edad. Los delitos los cometió en agravio de una niña que tenía 8 años cuando el clérigo la violentó por primera vez. La primera vez que abusó de ella fue en el 2015, la segunda fue en enero de 2018.